El campo almeriense refuerza su conjura ante los bajos precios en origen y vuelve a tomar la iniciativa con una acción que le llevará ante el Ministerio de Agricultura, en Madrid, el próximo día 24 de noviembre para reivindicar todos y cada uno de los atropellos que están generando la situación.

Esta acción, organizada por Coag, Asaja, UPA y la patronal Coexphal cuenta desde hoy con un nuevo aliado. La Mesa del Agua de Almería, que ha anunciado que secundará la movilización y que además contribuirá con su logística, primero con la campaña de difusión para que vaya el mayor número de interesados posible, y también colaborando con la puesta a disposición de los autobuses suficientes para llegar a la capital de España.

“Hacemos nuestras las reivindicaciones de las organizaciones agrarias y ellos las nuestras, porque al final todo nos afecta directamente”, explica José Antonio Fernández, presidente de la Mesa del Agua de Almería, quien ha anunciado los principales problemas que tienen en este momento los regantes de la provincia y lo cierto es que el panorama a corto plazo luce complejo para sus intereses.

Hay un déficit hídrico patente, pero el coste del agua está haciendo de su adquisición un imposible.

En este contexto, los representantes de la Mesa del Agua se han reunido con carácter de urgencia para poner freno a una situación que ya se está viviendo y que será peor con el inicio del año: la subida eléctrica, que repercute directamente en el precio del recurso.

Por ello, han lanzado un 'órdago' al Gobierno y les plantean una serie de condiciones, no caprichosas, sino que entienden que o se aplican o el futuro de esa agricultura que ha sostenido a la sociedad durante la pandemia corre serios riesgos del irse al garete. Los puntos son tres

Primero, los regantes exigen que el Gobierno desarrolle la Ley 1/2018, de 6 de marzo, por la que se adoptan medidas urgentes para paliar los efectos producidos por la sequía en determinadas cuencas hidrográficas y se modifica el texto refundido de la Ley de Aguas, aprobado por Real Decreto Legislativo 1/2001, de 20 de julio. Un texto aprobado que aún no ha sido implementado y que exigen que se desarrolle conforme al espíritu con el que se elaboró. Esta Ley dice que el agua desalada tendrá un precio de 30 céntimos el metro cúbico. Por tanto, el suministro de las desaladoras de Acuamed que surte a Almería (Balerma, Carboneras y Torrevieja para el Almanzora) debería ir a ese precio.

En segundo término, Fernández pide “que se haga una tarifa eléctrica para el sector agrícola especial en la cual se incluya a las comunidades de regantes. La hubo en su día y la quitaron hace cerca de veinte años”.

Como tercer y último punto, los regantes solicitan “que a la vista de que las energías renovables van a ser parte del futuro y es necesario recibir una energía eléctrica razonable, pedimos que se destine una cantidad suficiente para que agricultores y comunidades de regantes podamos instalar placas fotovoltáicas con una subvención del 70%”.

Los regantes almerienses consideran estos tres puntos ya no como opciones o recomendaciones, sino como exigencias.

Cabe destacar que en este momento la situación es precaria. Solo en el mes de octubre pasado, el metro cúbico de agua para riego subió un 80%, ya que el coste del kilovatio ha estado por las nubes, algo a lo que no ha estado ajeno nadie, tampoco en los hogares.