La cooperativa líder en producción y comercialización de tomate de Europa, CASI, vivió el sábado la segunda parte de la asamblea general ordinaria después de año y medio sin celebrar ninguna debido a la pandemia, y que tal y como sucediera en la primera toma de contacto del pasado 15 de mayo, la de este sábado 22 también se alargaría hasta altas horas de la mañana y con puntos muy importantes que fueron sometidos a voto para el futuro más inmediato de la firma.

Después de que se aprobaran las cuentas de 2018-2019 y 2019-2020, presentadas por los auditores Deloitte en la primera toma de contacto; en esta continuación de la asamblea la soberanía que marcan los socios dentro de la cooperativa decidió que CASI continuara dentro del proyecto Verdita. Cabe destacar que esta empresa la constituyó allá por 2018 junto con otras dos comercializadoras de la provincia para crear una marca más potente a la hora de la venta en el exterior, especialmente en el caso del tomate, que tenía como referente la variedad Adora. Fue precisamente este proyecto el que suscitó un gran debate y fue uno de los detonantes de la fractura que vive hoy el actual consejo rector, al entender algunos rectores que “con nuestra imagen, se está promocionando un tomate que hace competencia a nuestro RAF”, denunciaron; mientras que para la gerencia se y presidencia se siempre se defendió que el objetivo era el de revalorizar y tener más potencia en un mercado en el que el tomate poco a poco iba perdiendo peso.

Así, fuentes próximas a la cooperativa han confirmado a Diario de Almería que, finalmente, fueron muchos los socios que optaron por la pervivencia de Verdita por los problemas que puede a carrear a muchos de ellos, que ya tienen hechas sus programaciones con este cultivo.

Y el otro gran punto a aprobar, la implantación del nuevo artículo 47, apartado 2, letra ‘B’; por el que se limita la presidencia dos mandatos (ocho años), aunque estos no sean consecutivos, también fue vetado por parte de los en torno a 450 socios presentes, que prefirieron no tocar los estatutos tal cual están hoy.