Sube el precio de la gasolina en Almería: ¿Dónde es más barato y más caro repostar?
Carburantes
El coste de repostar se ha disparado en la provincia en los últimos días por la guerra en Oriente Próximo
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Cuando el mundo estornuda, el bolsillo de los ciudadanos se acatarra. Y aunque Almería y Teherán están a 6.189 kilómetros de distancia, dos días y medio en coche, el conflicto en Oriente Próximo se ha dejado sentir en este inicio de verano en la capacidad de ahorro que tienen los vecinos de esta esquina del sur de Europa. El precio de la gasolina se ha encarecido en la provincia producto de las últimas tensiones geopolíticas en esa región del planeta, pues el barril de Brent, índice de referencia para saber cuánto cuesta la venta de petróleo en Occidente, se multiplicaba el pasado puente de San Juan tras los ataques de Israel a Irán, y los conductores han debido desembolsar esta semana hasta 1,60 euros por el litro de gasolina 95, según los datos que aportan los diferentes centros de repostaje.
No es lo usual. El precio de la gasolina 95 en la provincia se sitúa, de media, diez céntimos por encima de lo que valía hace un mes. Según datos del portal ClickGasoil.com, mayo se cerró con un precio de 1,42 por litro repostado, la cifra más baja desde octubre de 2021, mucho antes de que empezara la espiral inflacionista. De su mínimo a una subida que recuerda a la peor crisis hasta ahora, la de la primavera de 2022, cuando la media de carburante llegó a situarse sobre la barrera de los dos euros por litro repostado.

Ese momento, la primavera del 2022, fue otra de esas épocas convulsas en el planeta. La guerra en Ucrania acababa de estallar y el precio de la vida se encarecía en una espiral, parecía entonces, sin remedio. La inflación se multiplicó en pocos meses y los carburantes fueron uno de los ítems que más lo notaron.
Ahora que el mercado parecía repuesto y se anotaba el coste más bajo desde 2022, los bombardeos israelíes y estadounidenses sobre el programa nuclear iraní, frenados solo por la frágil tregua impuesta por Donald Trump, ha vuelto a obligar a los consumidores almerienses a mirar bien el marcador de la gasolinera antes de decidir cuánto y dónde repostar. La estación que se lleva la palma y lidera el podio dentro de la ‘gran ciudad’ como la más cara es la que está situada junto al Andarax, saliendo de Nueva Almería en dirección Costacabana, donde el combustible se cotiza a 1,57€/litro. En el número 280 de la Avenida de Cabo de Gata, el litro de la 95 especial se dispara por encima de los 1,60€/litro. No hay nadie que pueda superar ese precio en la capital, sí en la ‘Urba’ de Roquetas de Mar, donde este carburante se encarece a los 1,67€/litro.
Aunque no es la de Nueva Almería o la de Roquetas la gasolina 95 más cara de la provincia. Ese ‘honor’ hay que dejárselo a Tabernas, en una de las salidas de la carretera N-340A, donde el litro de este combustible valía este miércoles 1,69 euros. En contrapartida, la gasolinera más barata se situaba en el Centro Comercial Mediterráneo, con un coste de 1,30 euros/litro. La media, por tanto, este miércoles ascendía a los 1,53 euros/litro.

Al alza se ha sumado también el precio del diésel en la provincia de Almería. Para ver la opción más cara hay que salir nuevamente de la capital, pues donde más se pagaba este miércoles era en Fines, cotizándose el litro de este producto a 1,50€, muy ligeramente por encima de lo anotado en la estación de María. El repostaje más barato para el bolsillo de este producto se daba en este ecuadro de la semana en Benahadux, a 1,38 euros.
¿Por qué se encarece tanto?
La pregunta parece sencilla: si Almería y Oriente Próximo están tan lejos, ¿Por qué el precio del combustible se ha disparado en la provincia? La respuesta, grosso modo, es que todo el planeta vive en un mundo globalizado que nota las consecuencias de cada problema que se presenta en alguno de los países.
El Golfo Pérsico, que baña a los países sumidos en el conflicto atómico, no es la zona que más petróleo vende a España, apenas Arabia Saudí exporta un 6% del abastecimiento total de este país, pero sí que es un importante proveedor para Estados Unidos, que, a su vez, sumando lo que allí se origina, es uno de los principales suministrador para España, según datos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores).
Pese a las tensiones geopolíticas, no se ha dejado de vender petróleo desde el Golfo Pérsico en estos días de alarma mundial, ni los países han dejado de comprarlo. Tampoco ha cerrado, pese a las recomendaciones iniciales del parlamento iraní, el Estrecho de Ormuz, una vía marítima por la que circula una quinta parte del crudo mundial. Haber cerrado esta ruta habría obligado a los barcos a ingeniarselas para transportar el producto por vías más largas encareciendo con ello el producto y aumentando la inflación a escala global. Pese a que no ha dejado de haber, el miedo a que se cerrara el grifo ha provocado que, el que había, se vendiera más caro porque el mercado estaba dispuesto a pagar más por él.
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