Se vende un mítico bar de Oliveros

Negocios

Piden 349.000 euros por él y los propietarios de este negocio, que acumula décadas de historia a sus espaldas, lo ofrecen totalmente equipado

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Interior del bar Liceo.
Interior del bar Liceo. / Ana Mora/Idealista

Hay conmoción en el barrio de Oliveros, en Almería. Uno de sus más conocidos bares, el Liceo, se vende. La noticia se ha dado a conocer en el portal inmobiliario Idealista, donde se ha publicado la oferta. Los propietarios del negocio piden por el mismo 349.000 euros y comprarlo es la única opción que pueden tomar los interesados, pues no está abierta la opción de alquilarlo. Este es uno de los bares con mayor recorrido en la historia del barrio, uno de esos negocios que siempre está lleno, por la mañana para desayunar y por la tarde-noche para tapear.

Ahora será el turno de otro hostelero comenzar una nueva aventura gastronómica en la calle General Moscardó, a las espaldas de Artés de Arcos, frente a la puerta de entrada del Stella Maris, colegio repleto de alumnos y padres. Lo tendrá fácil, pues la inmobiliaria que está a cargo explica que "la cocina está equipada con salida de humos, ideal para negocios de hostelería", por lo que habrá que hacer una menor inversión a la hora de acceder a la propiedad.

Es una esquina con décadas de historia a sus espaldas, pues antes del Liceo, que arrastra ya décadas de trabajo a sus espaldas, se encontraba otro de esos templos del tapeo en la ciudad, el legendario Brisa Azul, lugar de parada obligatoria para quienes, ahora en la mediana edad, eran jóvenes en los ochenta y los noventa. Su heredero pone ahora punto final a su vida, al menos con la actual propiedad, y encara un futuro que aún es incierto.

La vida se desarrolla aún en el barrio ajena a la noticia, la terraza seguía este lunes, como es tradición, llena de vida. "Ideal para emprendedores y empresarios que buscan una ubicación céntrica y accesible", sugiere el anuncio, disponible para todos en Internet. "No dejes pasar esta oportunidad y contacta con nosotros para más información", añaden, ruegan, los encargados de vender el local, de cien metros cuadrados y que se queda totalmente equipado, listo para no caer en el olvido.

Y es este cierre otro disgusto para los vecinos de las calles aledañas, que ven como se van quedando sin opciones. La parte baja de la calle Artés de Arcos es prolífica en bares que llevan por bandera esa costumbre tan almeriense del tapeo, pero la zona alta, la que linda con Los Picos o Maestro Padilla, se ha quedado con escasez de negocios hosteleros. Ya hace unos años cerraba una de las cafeterías que más vida le daba al barrio, la 'Malpica', histórica panadería que colgaba en la ciudad post-pandemia el cartel de "cerrado por reformas". Ahí sigue ese folio, sin nadie que lo quite para darle vida a este negocio.

Queda aún un bar en el entorno de los Nuevos Ministerios, abarrotado cada vez que llega la hora del desayuno. Será el único 'refugio' para los vecinos de esa esquina, plagada de edificios residenciales, un colegio y oficinas, de esta ciudad.

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