El verano más caro en Almería: la inflación acelera al 2,3%

Este promete ser el verano más caro en Almería. Los precios, lejos de dar una tregua, aceleran su crecimiento y el IPC interanual se situó en junio en el 2,3%, siete décimas más que en mayo. Un nuevo repunte en la inflación que complica la vida de los consumidores a las puertas del gran período de vacaciones del año. El alojamiento cuesta un 5,2% más que en 2024, una subida al encarecimiento que ya se registraba doce meses atrás. Por cada cien euros que costaba un hotel o un apartamento turístico hace dos años, hoy hay que pagar casi once euros más. Y si se quiere comer fuera, menos dinero va a quedar en la cartera, porque el precio de la restauración se ha encarecido un 3,2% desde el estío pasado.

Es complicado de afrontar económicamente el placer, pero más lo es la necesidad. Uno de los ítems que más se encarece es la electricidad, el gas y los otros combustibles, que sube un 8,5% respecto a junio de 2024, en un acelerón que se entiende mejor mirando fuera de las fronteras de Almería. Junio fue un mes complejo para la geopolítica por los bombardeos de Israel y Estados Unidos sobre Irán, que, aunque se subsanaron rápido con una frágil tregua, duraron los suficientes días como para notarse en el precio de los carburantes. Hacer gestos tan sencillos como encender la luz o repostar un vehículo implicó gastarse más dinero, disparándose el IPC en un punto en apenas un mes.

En el IPC hay también una faceta amable. Es la deflación, los precios que han bajado respecto a hace un año. Son pocas categorías, pero curiosas. Comprar un fax, así como el resto de productos de telefonía es un 8,4% más barato. Vestirse se ha abaratado un 1%. Las cámaras fotográficas, un 4,5%. El resto no presenta esa cara amable. El tabaco es un 6,9% más caro y las bebidas no alcoholicas, un 7,9%.

UGT pide regular el precio de electricidad y combustibles

La Secretaria General de UGT Almería, Carmen Vidal, ha valorado negativamente los datos publicados hoy sobre nuestra provincia puesto que reflejan una tendencia al alza de productos o servicios de consumo diario que afectan directamente a la economía de las familias, especialmente en un contexto donde los costes de vida ya son elevados, e indica que “es preocupante el incremento en electricidad, gas y combustibles que impacta en los gastos básicos del hogar. La subida en estos servicios, junto con la inflación en transporte y otros servicios, evidencia la necesidad de que las administraciones y las empresas tomen medidas para controlar estos precios y evitar que las familias soporten cargas cada vez mayores”.

Del mismo modo, desde UGT Almería, consideran urgente implementar propuestas de mejora en áreas clave como la vivienda, “resulta fundamental promover políticas que regulen los precios de la electricidad y los combustibles, así como facilitar el acceso a viviendas asequibles y de calidad. Nos preocupa el encarecimiento de la vivienda, tres décimas con respecto al precio del mes pasado, de esta forma el incremento se ha elevado hasta 2,9. Además, es indispensable reforzar los servicios públicos y sociales para garantizar que los costes no sigan aumentando sin control y ahoguen a quienes sufren mayores dificultades para llegar a fin de mes.”

Por otro lado, se subraya la falta de acciones concretas en la protección de los derechos de los trabajadores y consumidores frente a estos incrementos. La situación requiere una respuesta coordinada y efectiva, con medidas que protejan a quienes más lo necesitan y que fomenten una economía más justa y equilibrada, por ello, desde UGT seguiremos luchando por unos salarios dignos, mejores condiciones laborales y una economía que priorice el bienestar de las personas. Es hora de que las instituciones actúen con decisión para frenar la escalada de precios y garantizar una vida digna para todos los almerienses.

En definitiva, la inflación está subiendo y es alarmante la enorme dependencia del escenario geopolítico y la situación de los aranceles que podría perjudicar la situación económica de nuestra comunidad, por lo que desde UGT instamos a la administraciones competentes a realizar propuestas para proteger a la clase trabajadora, tal como venimos exigiendo desde la organización sindical, como pueden ser la aprobación de las 37,5 horas para facilitar la conciliación familiar y laboral o la subida de incrementos salariales a través de la negociación de los convenios colectivos.