La investigación científica ha demostrado en varias ocasiones que los amantes de los perros y los gatos tienen diferentes personalidades y rasgos. Mientras que los amantes de los perros tienden a ser más extrovertidos y amigables, los amantes de los gatos tienden a ser (en líneas generales) más introvertidos, reservados y tranquilos.
A menudo los amantes de los perros son más activos físicamente y disfrutan de actividades al aire libre. También tienden a ser más conscientes de los demás y tienen una mayor necesidad de socializar con otros.
Por otro lado, los amantes de los gatos suelen preferir actividades más tranquilas, como la lectura o el cine. A menudo son más sensibles y creativos, y pueden tener un vínculo emocional más fuerte con sus mascotas.
De estos 418 estudiantes, 352 se declararon amantes de los perros y solo 66 confesaron preferir los gatos, por lo que había una clara minoría respecto a los amantes de los felinos. Curiosamente, los admiradores de felinos demostraron ser mejores en conceptos como pensamiento abstracto, autosuficiencia y mentalidad abierta.
“Tomados en conjunto, estos hallazgos describen las personalidades de la persona promedio con gatos como tímida, solitaria, impersonal, seria e inconformista, pero también creativa, sentimental, independiente y autosuficiente. Por el contrario, estos hallazgos describen a los amantes de los perros como personas con los pies en la tierra, pragmáticas y obedientes, así como cálidas, extrovertidas, sociables, expresivas y orientadas al grupo”, escribían los autores del estudio.
"Los hallazgos sugieren que las personas que obtienen una puntuación más alta en la conciencia de las reglas y la vivacidad tienden a preferir los perros, y las personas que obtienen una puntuación más alta en el razonamiento y la sensibilidad emocional tienden a preferir los gatos", agregan.
No encontraron diferencias significativas entre los amantes de los gatos y los perros con respecto a la ansiedad y el neuroticismo.
Los investigadores argumentan que la tendencia puede explicarse por la creatividad. Los rasgos vinculados a las personas creativas, como la apertura mental y la menor atención a las reglas, también son compartidos por los amantes de los gatos. Mientras tanto, los amantes de los perros poseían con mayor frecuencia rasgos que tienden a inhibir la creatividad, como la escrupulosidad.
“Los perfiles de personalidad de las personas creativas y las amantes de los gatos son notablemente similares, lo que sugiere que las personas que se consideran creativas tienden a preferir los gatos como mascotas”, agregaron los autores del estudio.
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