Historias con alma

Un delfín con una malformación se ve obligado a buscar una nueva familia al no poder seguir el ritmo a los suyos

Un delfín con una malformación se ve obligado a buscar una nueva familia al no poder seguir el ritmo a los suyos

Un delfín con una malformación se ve obligado a buscar una nueva familia al no poder seguir el ritmo a los suyos

Los delfines son animales extremadamente inteligentes y sociales que pertenecen a la familia de los cetáceos. De hecho, su inteligencia se ha estudiado y debatido durante décadas, y se sabe que tienen muchas habilidades cognitivas impresionantes.

Entre sus habilidades más notables podemos destacar su gran capacidad para comunicarse de forma compleja usando señales corporales y gestos para comunicarse, son capaces de aprender a realizar tareas complejas, su gran memoria a largo plazo y también su increíble capacidad de adaptación, lo que les permite sobrevivir en una variedad de entornos y situaciones. Los delfines han aprendido a trabajar en conjunto con los pescadores para obtener alimentos, y se ha demostrado que también son capaces de adaptarse a cambios en su entorno natural, como la contaminación y la pérdida de hábitat.

Quizás gracias a dichas habilidades este delfín mular pudo sobrevivir después de haberse visto obligado a abandonar a su familia por no poder seguir su ritmo. ¿El motivo? Tener una malformación espinal que le impide nadar con rapidez,

Fueron los ecologistas Alexander Wilson y Jens Krause del Instituto Leibniz de Ecología de Agua Dulce y Pesca Continental los que fueron a mediados del 2011 a la Isla del Pico, la segunda isla más grande del Archipiélago de las Azores, y se dirigieron 20 kilómetros mar adentro para estudiar el comportamiento de un grupo de cachalotes.

En una de esas embarcaciones encontraron junto a los ejemplares adultos y las crías un animal mucho más pequeño que el resto, siendo este el delfín mular con la malformación en su cola. Grabaron su comportamiento en el que se podía observar cómo el animal mostraba una actitud juguetona que incluso llegaba a compartir con los tímidos cachalotes. De esta manera los científicos siguieron observándolo durante una semana y confirmaron que la actitud se mantenía siempre, formando así parte de la familia.

La hipótesis más probable es que el delfín tuviera problemas respecto a su grupo al no poder seguir la misma velocidad por lo que decidió unirse a los cachalotes que nadaban más lentos. 

Tal y como informaba Abadia Digital, “la ecologista especializada en cetáceos Mónica Almeida, el porqué los cachalotes aceptaron de buen grado la compañía de este recién llegado, puesto que los biólogos marinos han observado en ocasiones anteriores a ejemplares de delfín molestando e incluso persiguiendo a las crías de otras especies de ballenas”.

La diseñadora gráfica @lavacastyle se ha encargado de rememorar esta historia a través de su perfil de a Instagram a través de unas emotivas imágenes.

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