Agradecidos y emocionados: gran concierto final de los alumnos de la academia de Vélez-Blanco

Festival de Vélez Blanco

El concierto de los alumnos, de casi dos horas de duración, puso el colofón a una semana de aprendizaje en la academia de música renacentista y barroca

Todos los alumnos de la academia musical del festival de Vélez-Blanco.
Todos los alumnos de la academia musical del festival de Vélez-Blanco. / Javier Alonso

Poco antes de las dos de la tarde el grupo de canto coral entonaba la última nota. Apenas unos instantes de silencio y, después, una enorme ovación. Con el Sepulto Domino Motete a 4 para la reserva del Santísimo del Viernes Santo concluía el concierto de los alumnos de la academia renacentista y barroca del festival de Vélez-Blanco. ¡Pum!, ¡pum, ¡pum!, resuenan tres cohetes en el cielo para celebrar que los cursos han acabado con éxito.

Agradecidos y emocionados, como en la canción de Lina Morgan, los alumnos se despiden de los profesores que desde el lunes les han formado en canto, canto coral, orquesta barroca, viola da gamba y sacabuches y ministriles.

El concierto final es uno de los momentos más emotivos del festival velezano. Demuestra todo lo aprendido durante la semana y estrecha los lazos forjados durante estos días. Alumnos de unas clases y otras trabajan en conjunto para ofrecer un espectáculo digno de profesionales.

Pasados unos minutos de las 12:00 horas comenzaba el concierto. Aarón Zapico, profesor de orquesta barroca, daba la bienvenida y explicaba que el espectáculo estaría dividido en cinco partes, tantas como cursos diferentes hay en la academia.

Los primeros en actuar fueron los alumnos de sacabuche y ministriles, con su profesor Francisco Blay. Fernando León, Rubén Peña, Sandra Schimansky y Miguel Ulla deleitaron al público con tres obras tocadas con sacabuches, flauta de pico y cornetto.

Comenzaron con una fanfarria de Wastall, siguieron con “Bransle Diecosse” de Casazza, y acabaron con “Laytaliana”.

Los siguientes fueron los alumnos del curso de viola da gamba, con la profesora Noelia Reverte al frente. Tocaron tres piezas de “Terpsichore”, de Michael Praetorius:“Ballet”, “Spagnoletta” y “Bourree”. Las interpretaron, con total precisión y belleza, los alumnos Nina Díaz, Helena Rico, Antonio del Carmen Martí y Silvia Bolarín.

Los terceros en salir al escenario fueron los alumnos de canto, con Marta Infante como profesora y Joaquín Torrecillas al piano. Cantaron varias arias de la ópera “Los Elementos” de Antonio de Literes, obra que ha sido uno de los platos fuertes del festival con Forma Antiqva.

La iglesia del convento quedó sobrecogida con las preciosas voces de Paula García, Carla Sanmartín, Rodrigo Navarro, Lola Cayuela, Miguel Ulla, Lydia Galasova y Helena Martínez.

Tras ellos, llegó el momento para que los alumnos de la orquesta demostrasen sus cualidades musicales. Y vaya si lo hicieron. Con la dirección de Aarón Zapico, tocaron Clara Burgos, Miguel Alcantud, Isabel Bonet, Patricia Rodríguez, María José Sola, Alberto Fernández, Emma Martínez de León y el más joven de todos ellos, Federico Siffling, que de hecho fue el primero en salir al escenario con su violín.

Por último, medio centenar de voces llenaron el presbiterio de la iglesia. Los alumnos de canto coral, con la dirección de Jorge Enrique García y con Bruno Campelo acompañando, interpretaron cuatro piezas de P. Antonio Soler: dos motetes, un salmo de vísperas y un cántico de vísperas.

Este grupo ha sido el más numeroso de todos los cursos. Cantaron Pilar Sánchez, María Belén de Gracia, Joan Carrillo, Juan Manuel Barahona, Domingo González, Bernardo Sáez, Tomás Rivas, María Dolores Roldán, Antonia González (Sonia), Diego Cuevas, María Luisa Rubio, María Salinas, Miguel Ángel Milán, Natalia Fernández, Amparo Cayuelas, María José Arbeloa, María de la Paz Vela, Ana Victoria López, Mari Carmen García, Lourdes Alonso, Emilia Sánchez, Lieve Vangehuchten, Steffen Elgersma, Carmen Ramírez, Carmen Hernández, María Castilla, Francisco Vila, María Rosario Mayoral, Consolación Suárez, Mari Carmen Callejas, Mari Carmen Caro, Francisco Ramón Solana, Santiago Gascón, Guillermo Navarro, Ana Isabel López, Cristina Murcia, Clara Mollett, Mari Carmen Martín, Mari Trini Díaz, Antonio Ruiz y Maleni Lorenzo.

Tras el concierto se vivieron los momentos más emotivos, con la entrega de diplomas y las despedidas. Cándida Martínez, directora del festival, deseó que “el año que viene nos volvamos a encontrar el lunes en el inicio de los cursos y el último día en este maravilloso concierto”. De hecho, es habitual que muchos repitan año tras año.

Martínez destacó que “en Velez-Blanco vivimos la música de una manera muy especial” por lo que se despidió de todos los alumnos animándolos a decir por todos lados que “aquí hacemos buena música, que tenemos excelentes maestros y tenemos un pueblo muy bonito”.

Así, emocionados, agradecidos y un poco tristes por decir adiós a la familia que han formado esta última semana, decenas de personas cogían sus maletas, arrancaban sus coches y se marchaban hacia sus ciudades, repartidas por toda la geografía española. Seguro que durante las horas de viaje posteriores su cabeza no paraba de rememorar tantos momentos entrañables y divertidos. Tanta buena música escuchada y tocada por ellos mismos. Han aprendido de los mejores y eso se lo llevan para siempre. En definitiva, han vivido la experiencia del Festival de Música Renacentista y Barroca de Vélez-Blanco y eso nunca lo olvidarán. Regresen o no en años venideros, ese pequeño pueblo almeriense de casas blancas coronadas por un imponente castillo sobre un cerro formará parte de sus vidas para siempre. ¡Gracias por venir!

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