Ara Malikian, un rockero con violín

El violinista consiguió llenar el Auditorio de El Ejido y levantar a los asistentes de sus butacas por la fuerza interpretativa del concierto. El público conoció más a fondo al artista y la historia de su violín

Ara Malikian, un rockero con violín
Fran Murcia

03 de junio 2017 - 02:33

Bajo las ajetreadas callejuelas tunecinas y el trasiego de las ventas en los bazares, aparece un músico que con energía y una expresión fuera de lo común consigue que la vida se pare y se convierta en el centro de atención. Esta es una de las diferentes imágenes que cualquier persona del público se podía imaginar en el concierto que Ara Malikian interpretó en el Auditorio de El Ejido el pasado jueves.

Cuando una pieza musical consigue que la mente del espectador viaje por distintos países, épocas o momentos, obtiene el éxito final que es para lo que se hace toda canción, para llegar al público. La aparición de Ara Malikian sobre el escenario fue como siempre suele serlo, con fuerza y con un aspecto rockero, alejado de los estereotipos que existen en la música clásica. Para comenzar, lo hizo con fuerza: Jimi Hendrix, Réquiem de Mozart y un tema compuesto por él mismo.

El violinista presentó todos los temas siempre con una anécdota, aderezada con humor, como si de un monólogo se tratase. El público, que llenó el Auditorio, fue partícipe de cada palabra y cómplice de cada broma. También sirvió para que conocieran más a fondo la figura y la historia de su violín.

Malikian recordó sus orígenes en Armenia y su desplazamiento hacia Líbano. En el espectáculo La increíble gira del violín mostró al público temas dedicados a su procedencia.

El violinista siguió en la línea de conciertos anteriores, ritmos trepidantes entremezclados con momentos íntimos donde el sonido de su violín se desplazaba por el Auditorio ejidense consiguiendo emocionar al público.

El músico logró crear una montaña rusa de emociones musicales, donde no existía la linealidad. Durante más de dos horas y media convenció al público, lo divirtió y lo llevó a donde él quería en todo momento. Pero el público se volcaba más con el Ara de la música enérgica y de los saltos sobre el escenario.

Ara Malikian buscaba la complicidad del resto de músicos que lo acompañaba. En El Ejido, el resto de artistas que completaron el plantel fueron: Antonio Carmona, Héctor Osorio El Turko, Nantha Kumar, Jorge Guillén, Humberto Armas, Tania Bernáez y Priscila López.

Sus horas de estudio del violín, su idolatrado Niccolò Paganini y la canción que le dedicó a su hijo de dos años (El Vals de Cairo) sirvieron para conocer más a fondo a un Ara Malikian que demostró una gran empatía con el público ejidense.

Tampoco faltaron sus referencias a su vida en Londres, temas con sonidos celtas y también hubo espacio para ponerse serio con un tema dedicado a las víctimas del genocidio armenio.

Pero el músico, convenció con Life of Mars de David Bowie, Kashmir de Led Zeppelin o uno de los temas de Pulp Fiction.

Ara Malikina demostró ser un showman por su capacidad para hacer monólogo tras monólogo después de las distintas interpretaciones, por su humor y por hacer del violín un instrumento que sirve para seguir sorprendiendo al público. Los asistentes se levantaron de sus butacas para ovacionar al armenio.

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