Los Chicos del Coro cautivan en su concierto en Almería
El público salió fascinado del Auditorio Maestro Padilla tras escuchar unas voces con tanta calidad y un repertorio musical muy variado
El público salió el martes del Auditorio Maestro Padilla elogiando el espectáculo de música coral que habían disfrutado. Habían escuchado a los Chicos del Coro de Saint Marc.
Más de 650 personas disfrutaron con este grupo de voces angelicales dirigidas de forma magistral por Nicolás Porte, y que contaron con la participación de Dominic Faricier al piano. El público escuchó con mucha atención y gran silencio el amplio y variado repertorio que ofrecieron en este concierto de Navidad en Almería. Los Chicos del Coro ya habían estado en 2006 en el Maestro Padilla.
Esta formación musical compuesta por unos 55 chicos y chicas comenzaron su gran actuación haciendo la pieza Vois sur ton chemin de Barratier y Coulais. Luego harían Ave María de F. Irribarria, donde uno de sus componentes como solista y el resto de coro provocaron grandes aplausos entre el público que no perdía detalle.
En una noche mágica de grandes voces, El Coro hizo una pieza religiosa como es Open thou mine eyes de J. Rutter y The Lord bless you and keep you del mismo autor. Luego llegarían para el deleite de todas las personas que acertadamente decidieron acudir al recital otras piezas musicales como María, Mater Gratiae de Fauré, Panis Angelicus de Franck, que popularizara en su día Luciano Pavarotti y Pater Noster de X. Sarrasola, esta última eminentemente religiosa.
Siguiendo con la música religiosa, los Chicos del Coro hicieron Pueri Concinite de J.R. Von Herbeck, Ave María de G. Caccini y Voca me de R. Prizeman. Pero la noche también dio para que estos jovencísimos cantantes de música coral hicieran villancicos como el tradicional Adeste fideles o el villancico francés Aujourd'hui, le Roi des cieux. Claro está que donde hay tanta calidad vocal se atreven con lo que se pongan. Así hicieron una canción japonesa titulada Nano hana mato mete y una canción coreana titulada Ohnara.
La gran profesionalidad de estos chicos y chicas con unas voces dulces y a la vez portentosas dejó a todos fascinados con la interpretación de la pieza La complainte du vent de B. Copuláis. Luego harían Une chanson douce de Henri Salvador y M. Pon y Heureux de Jacques Brel.
La parte final del concierto fue sublime, ya que interpretaron Isabel de G. Fauré, L'Hymne à l'amour de E. Piaf y Monnot y cerraron con un meddley de canciones francesas con arreglos del pianista D. Faricier. Fue una noche impresionante, donde se disfrutó de un coro que posee una calidad excepcional. Fueron muy aplaudidos.
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