Coque Malla llena de magia el Teatro Apolo con un gran recital de variado repertorio

Todas las localidades vendidas y una sensación placentera de tranquilidad que inundaba la platea con el objetivo de recibir en el escenario al cantante madrileño Coque Malla que encandiló el viernes en el Teatro Apolo a más de 250 personas.

A las 21:30 horas, el ex componente de Los Ronaldos inició un concierto plagado de pasajes de intensa ternura, mezclado con momentos de humor y Rock and Roll, en un teatro que para él, "esta lleno de magia". C

Coque Malla y su banda compuesta por Charlie Bautista, a la guitarra, Mack Hernández, al bajo, y Gabriel Mari Juan, al mando de la batería, transportaron al público por un viaje a través de toda la trayectoria del madrileño, hasta llegar a los nuevos temas que componen su último trabajo titulado Mujeres.

La llave que abre un concierto lleno de intimidad, una palabra que evoca paz y gozo, de esa manera Coque Malla comenzó a rasgar las cuerdas de su guitarra mientras que por su garganta salían los versos de La mujer sin llave que dio el punto de salida y la posterior bienvenida a los almerienses, a los que animó a acompañarlos a "volarse la cabeza" a través de la música.

Las casi dos horas que duró el recital estuvieron marcadas por un silencio y una atención máxima hacia los músicos del escenario, especialmente a los gestos y letras del cantante, que parecían hipnotizar a un público que no veía el momento de salir de su mutismo para romper a aplaudir. Esto sucedió cuando Coque Malla anunció el momento de tocar Berlín donde se produjo la primera gran ovación de la noche, a la que el madrileño recibió con sonrisas de satisfacción y gratitud.

Conforme fueron pasando las canciones y los minutos, previo cumplimiento del encargo que le hizo a Coque el guitarrista y cantante Raimundo Amador, de cumplir con los saludos a su familia de Almería y por ende a esta ciudad, llegó el tan ansiado momento de escuchar No puedo vivir sin ti que enfervoreció a un público que ya rompía su silencio y comenzaba a cantar y a ofrecer palmas al compás. Así, para no perder la magia Coque Malla pidió al público ser miembro integrante de la banda, tarareando un tema a modo de trompetas.

Cuando ya los ánimos estaban más que encendidos, Coque Malla cambió el sonido acústico por uno más metálico y empuñando su guitarra eléctrica se encaminó a poner fin a un concierto que cerró oficialmente con una versión de Baby I love you de la antigua banda de rock 'Los Ramones'. La gente en pié, cantando y bailando en el patio de butacas quería más y más sin importarle la hora del reloj, instando a la banda a volver a salir al escenario, a los cuales respondieron tocando dos temas más como bis y fin de concierto.