Criaturas oscuras llenan de terror las calles de Almería en la Noche en Negro

Pequeñas criaturas asustadizas ante el paso firme de los diabólicos zancudos que conseguían que la masa de almerienses que los rodeaba se abriera conforme éstos se acercaban de forma decidida. También había monstruos con más edad, pero que respetaban a esos Errantes que desde Puerta Purchena, a golpe de percusión y escupiendo fuego, sorprendieron a los cientos de habitantes.

Este séquito de seres oscuros fue el espectáculo inaugural de la Noche en Negro en el centro de la capital almeriense a cargo de Troula Animación que antes de empezar contó con declaraciones del alcalde, Ramón Fernández Pacheco, que apuntó que "hacemos una valoración muy positiva. Estoy muy contento de ver como la gente se suma un año más por sexto año consecutivo. He venido de Nueva Andalucía y sus calles estaban completamente a rebosar de gente, disfrutando, en familia y comprando. La Noche en Negro nace como una iniciativa de revitalización comercial y no debe irnos tan mal cuando son más de 450 comercios en El Alquián, La Cañada Nueva Andalucía y en el centro que han decidido sumarse a ella".

Brujas, payasos diabólicos, vampiros, calabazas... Algunos de ellos iban en cochecito de bebé, otros acompañaban a sus padres de la mano y familias enteras se transformaban por una noche para dar rienda suelta a la noche más terrorífica del año.

El centro de la ciudad reunió sus actividades en ocho puntos distintos. Música, actuaciones, concursos, hinchables, mercadillo artesanal y otras sorpresas se celebraron hasta la medianoche. Uno de los puntos que mayor interés despertó en los almerienses fue el Laberinto Maldito de la Plaza Vieja. Un gran laberinto de 560 metros cuadrados sembró el desconcierto entre los almerienses que decidieron pasar por su puerta de entrada, pasando por varios 'sobresaltos' hasta que consiguieron encontrar la única puerta de salida.

Otra de las zonas que congregó a multitud de pequeños fue la plaza Pablo Cazard con las actividades infantiles. Talleres temáticos, cuentacuentos, concursos de disfraces, maxi-disco, juegos de habilidad, tanto individuales como grupales, y hasta una orquesta de frutas con un piano interactivo a partir de objetos cotidianos. Las actividades concluyeron en este emplazamiento con una exhibición de sh'bam y body jam.

No faltó el poder de la hipnosis de Mario Cobretti y, a continuación, el concierto de los gibraltareños Taxi, y que ofreció las canciones de su gira Unas cuantas noches más. La música también sonó terrorífica en la plaza del Educador, con el grupo Cosco-Rock, que sorprendió con su rock a todo gas y un gran despliegue de fuego y pirotecnia, y con la Agrupación Musical San Indalecio que, bajo la batuta de su director, Juan José Navarro, llenó de misterio el Teatro Cervantes.

El cuadrilátero del Mercado Central se convirtió en el Mercado del Embrujo, con arte, artesanía y gastronomía con motivaciones propias de la celebración, mientras que la escalinata de la Escuela Municipal de Música y Artes de Almería ha recibido cuatro pases de alumnos de danza y baile del centro.