David Pino despliega su arte cordobés con un gran recital flamenco en la Peña El Taranto

David Pino es uno de los cantaores que con más afán trata de rescatar y revalorizar ese vasto repertorio de cantes olvidados del flamenco. Profesor del Conservatorio de Córdoba desde hace trece años y acreedor de los más reputados galardones del circuito flamenco ­ Concurso de Arte Flamenco de Córdoba, La Unión y Lo Ferro, entre otros ­, actualmente compagina la docencia y el cante profesional en un momento de madurez artística. Cuenta, desde 1994, con la Peña Flamenca David Pino que se inauguró en Puente Genil, su pueblo natal.

La noche del pasado viernes se disfrutó en los aljibes de la Peña El Taranto con su actuación. David Pino, que une a sus espléndidas cualidades de cantaor un gran interés por la didáctica del flamenco, cuajó una actuación enjundiosa y muy variada.

Comenzó con unas Malagueñas que ligó con la Serrana y remató por Verdiales cantes con los que consiguió conquistar al público asistente, seguidamente cantó la Soleá Apolá, desencadenando aplausos durante la noche le siguieron Cantiñas de Cádiz y Córdoba, Tangos, Siguiriyas, Petenera, Fandangos de Huelva y Bulerías. El artista se entregó, se le notaba entusiasmado por cantar en El Taranto. David se entregó en todo momento, dando todo lo que lleva dentro, que es mucho, y el público de El Taranto se lo agradeció, puesto en pie, con una larga e intensa ovación final.

Contribuyó al éxito de la actuación de David, el ajustado acompañamiento con la guitarra (por cierto, un instrumento del famoso guitarrero almeriense, Gerundino Fernández) de su amigo y compañero Gabriel Expósito. Un joven y estupendo guitarrista que destaca en medio de la extraordinaria e inagotable cantera cordobesa.