El número 42 de El Eco de Alhama se presenta este martes, 6 de diciembre a las 19 horas en el Museo del municipio. La revista que lleva publicándose 27 años bajo la dirección de María Carmen Amate presenta en su portada una acuarela titulada Camino del lavadero de 1986 realizada por Juan González ‘Gonzalini’ (1920-1996).

La publicación de 160 páginas ofrece una amplia sección de historia donde se incluye un artículo de María Carmen Amate que se centra desde los años 50 hasta la muerte de Franco. “Es un período donde se produce un nuevo renacer de Alhama. Cuento los acontecimientos que se llevaron a cabo y las personas que impulsaron los avances, y fundamentalmente la creación de un instituto en el municipio. Eso fue fundamental y clave. En principio era un Colegio Libre Adoptado porque no tenía suficientes habitantes Alhama para denominarse instituto. A nivel administrativo dependía del Instituto Celia Viñas. Fue un revulsivo muy importante para Alhama”, sostiene.

En la revista se incluye el testimonio inesperado que relata la relación entre un alemán Werner Bergander con Alhama. “Este alemán estuvo en 1961 mientras hacía su doctorado en Alhama donde llegó para estudiar los espacios semiáridos y sus cultivos. En la revista incluimos la carta que envió al Ayuntamiento de Alhama recordando su paso por el municipio. Es un documento fascinante” explica Amate.

Otro artículo muy interesante incluido en El Eco de Alhama es el titulado Política y contrabando en la Taha de Marchena, al igual que el artículo de Dolores Martínez Utrera sobre La puente de Alhama declarado Bien de Interés Cultural. “La Puente desde su existencia siempre ha estado presente en la vida de los alhameños como ‘un puente de origen romano’ en el primitivo camino de Almería” apunta Martínez Utrera.

La revista recuerda al escritor Ángel Cazorla que ha escrito más de 80 novelas del oeste bajo el seudónimo de Kent Wilson. “Es una pena que Almería no haya rendido un homenaje a Ángel Cazorla, un gran escritor que hoy vive en Cádiz. No hay que olvidar que nació en Santa Cruz de Marchena y ha vivido durante años en Tarrasa. Creo que el Almería Western Film Festival debería de darle un homenaje que bien se merece”.

También hay un apartado para tratar el libro en torno a la figura de Artés de Arcos. El artículo de Miguel Navarro sostiene que “cuando en la noche del 2 de enero de 1985, a punto de cumplir los 92 años de edad, José Artés de Arcos cerraba los ojos a la luz de la vida en Almería, la provincia almeriense perdía a una de esas personas que son referentes y modelos a imitar por las generaciones más jóvenes”.

No hay que olvidar la nueva sección De la guerra y la paz que aproxima al lector al concepto de paz. Se incluyen un trabajo realizado por Miguel Gálvez sobre la idea surgida en Alhama de rescatar a un grupo de población ucraniana, especialmente menores, de los horrores de la guerra y ofrecerles un espacio seguro en los pueblos del Andarax. Otro artículo de José Tuvilla ofrece un estudio donde lleva a reflexionar sobre la imperiosa necesidad de mantener siempre viva la llama de la concordia , y en definitiva, de la paz.

Porfirio Marín escribe un interesante artículo sobre las norias de Alhama de Almería. “En Alhama para optimizar el agua hubo más de 20 norias, ya que el pueblo tenía una gran escasez de agua. Hoy ya no queda ninguna de aquellas norias”, apunta María Carmen Amate. El trabajo de Marín está muy bien documentado y con grandes fotografías.