Gran éxito del Festival 'Navidad Flamenca" en el Teatro Apolo

El pasado sábado tuvo lugar la VII edición del Festival Navidad Flamenca de Almería con un éxito absoluto. Que las invitaciones se agotaran el mismo día que se pusieron para distribuir en el quiosco de cultura y que a pesar del mal tiempo y del frío no quedara ningún asiento vacío en el Teatro Apolo, viene a demostrar que este festival se ha consolidado en el tiempo.

El Ayuntamiento de Almería que organiza el evento, deberá valorar, a la vista de la aceptación, si este Festival debe celebrarse en el Auditorio Maestro Padilla que cuenta con un mayor aforo, ya que muchas personas no pudieron entrar por falta de espacio.

Esta es la tercera edición que se graba por una cadena de televisión local (Interalmería) y después se emitirá un par de veces durante los días navideños, lo que permite que todos los almerienses puedan disfrutar de esta iniciativa.

En esta edición participaron dos grupos con sendas producciones creadas para la ocasión. Esta circunstancia aportó frescura y naturalidad y el público supo agradecerlo cuando los artistas interactuaban con ellos.

Tras la presentación de su director Marcos Escánez, en la que proponía mucha solidaridad para el 2010, aparecieron en escena las conocidas hermanas Pérez, María José y Montse, pero esta vez lo hacían con sus hermanas May y Eva, que pisaban tablas por primera vez. La soltura de unas y la timidez de otras era de esperar, pero el resultado final fue el de un grupo compacto y bien coordinado, con un repertorio de villancicos elaborado, compuesto por algunos bastante conocidos y por otros apenas escuchados.

Nueve villancicos entre los que se encontraban unos personales campanilleros de Montse, y una zambra-tangos con fandango de Pepe Pinto, sin duda, lo mejor y más emotivo de la noche, interpretados por María José.

Le acompañaban a la guitarra el conocido Antonio Carrión y en la percusión Antonio el Rilete. Ambos hicieron la base musical sobre la que las Hermanas Pérez desarrollaron parte de lo que hacen en su casa en estas señaladas fechas.

Tras un breve descanso, el grupo liderado por Marga de Jerez salió al escenario. Marga y Quina Méndez, ésta última sobrina de la Paquera de Jerez, llevaban el peso del espectáculo, compuesto además por Manuel Heredia el Yunke a la guitarra, el Caeta a la percusión, María José Espinosa a las palmas y Juan Antonio Pérez en palmas y baile.

Este grupo demostró estar muy acostumbrado a participar en este tipo de saraos, aunque era la primera vez que compartían espacio y tiempo. La forma de jalearse, de enfrentar al público, de crecerse cada vez más, lo evidenciaba.

Generosos con el repertorio y con la entrega, perfectamente coordinados en la base musical y en los cortes, la puesta en escena obedecía a representaciones a las que no estamos muy acostumbrados en Almería. La experiencia que Marga de Jerez adquirió en la Compañía de Antonio Márquez se hizo palpable en el villancico en que las dos cantaoras, a la limón, de pie y hacia el bailaor, interpretaban con especial sentimiento mientras este exponía su danza en una especie de ritual a dos bandas.

Si Quina Méndez pudo demostrar su faceta como cantaora-bailaora de raíz jerezana, Marga lo hizo con absoluto dominio del espacio y con exquisito gusto en un villancico y unas bulerías en las que el público acabó en pie.

El fin de fiesta, simpático y espléndido, con pataílla por bulerías de casi todos los integrantes del grupo y con un valiente cante del guitarrista al seis por medio, puso el broche de oro a una noche llena de compás, de buen gusto y de arte, en la que sólo faltó el anís y los pestiños.