Funeral con un regreso del más allá

La representación con Concha Velasco y Antonio Resines ha sido, hasta el momento, la obra con más afluencia de público

Los asistentes se volcaron con la actriz y acabaron en pie

Este funeral fue un tanto atípico, con un fantasma incluido. / Diario De Almería
Fran Murcia

El ejido, 05 de junio 2018 - 02:33

Si hay un concepto repetido en esta edición del Festival de Teatro de El Ejido es la muerte. Puede ser porque un hombre decide en la inauguración batir su propio récord en un sarcófago de hielo, o también colocan un ataúd en medio del escenario del Auditorio Municipal y todo gira en torno a una estrella de teatro fallecida.

Concha Velasco y Antonio Resines encabezaron la representación de El Funeral junto Cristina Abad, Clara Alvarado y Emmanuel Medina.

El espectáculo debía continuar, incluso después de la vida. Esa era la premisa de la actriz Lucrecia Conti (Concha Velasco), que reaparecía entre los muertos como si de un fantasma se tratase y con esa creencia por parte de sus familiares y su representante se formaron los momentos más disparatados.

Pero antes de empezar situaciones totalmente peculiares, algunos de los asistentes fueron invitados al escenario para ver ese ataúd de cerca y empezar con este velatorio multitudinario.

Este fantasma, con varios asuntos que resolver, quería ajustar cuentas con sus dos nietas, su dudable nieto y representante (Antonio Resines) y sus ansias por facturar.

La lectura del testamento por parte de sus sobrinas fue el detonante para que volviera del más allá Lucrecia Conti y comenzara la trama con mil momentos donde el humor absurdo estaba presente, pero lograba arrancar las carcajadas de los asistentes.

Hasta el momento ha sido la representación con más asistencia del Festival y con la mitad de la zona B del Auditorio (la parte alta) casi llena. Pero parte del público, principalmente de la zona A, pudo quedar satisfecho, o al menos, comido, porque como buena anfitriona mandó repartir unos bocadillos para sus seguidores. Los asistentes estaban entregados a la actriz, que aplaudían como si fuera un concierto, tras cada golpe de humor o cada momento de acierto interpretativo.

En esta representación, el peso de la obra lo llevaba principalmente la dama de la escena Concha Velasco. Esta obra contó con tecnología audiovisual y la colaboración especial de Andreu Buenafuente, que tuvo un papel estelar pero, eso sí, en diferido.

Concha Velasco pudo meter en el texto morcillas, como ella mismo definió: "Estoy encantada de volver a El Ejido, que es un Festival que cada vez tiene más prestigio. La programación es estupenda y el público es maravilloso. Mi hijo que es el autor de la obra, Manuel M. Velasco, me dice que no improvise, pero teniendo mi Butaca de Honor tan cerca era inevitable. Les quiero mucho". La actriz también quiso mostrar su agradecimiento a Antonio Resines por "hacer teatro conmigo. Se enamoró de este texto, gracias por acompañarme y hacerme feliz".

Concha Velasco es leyenda viva de la interpretación y haga lo que haga tiene al público rendido a sus pies y, de esta forma, todo el mundo se levantó de su butaca para aplaudir a su interpretación y al resto de intérpretes.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último