Homenaje a Ana María Romero Yebra en el Salón del Libro Infantil de Madrid
La escritora afincada en Almería se vio sorprendida en un acto muy emotivo
Con motivo de la conmemoración de los 25 años desde la publicación en Escuela Española de su libro de poemas, Hormiguita negra, Ana María Romero Yebra acudía hace unos días a un encuentro con el público infantil de la XXXVII Edición del Salón del Libro Infantil y Juvenil de Madrid.
Sin embargo, dicho encuentro estaba destinado a convertirse en un homenaje sorpresa por su larga trayectoria literaria. La idea partió de Sara Moreno, presidenta del Consejo General del Libro y Pilar Solana, de la Asociación Cultural Titirilandia con las que Romero Yebra ha trabajado en repetidas ocasiones en diferentes proyectos relacionados siempre con la Literatura.
Al acto acudió numeroso público entre los que se contaban editores, escritores y amigos, antiguos alumnos y familiares que quisieron compartir con ella este momento tan especial. Hubo algunas ausencias como la de Carlos Murciano (primer editor de Hormiguita negra) o la del escritor Alfredo Gómez Cerdá, gran amigo de Romero Yebra, y ambos enviaron unas palabras para ser leídas durante el acto.
Entre las personas que asistieron estaban Teresa Tellechea y María Castillo de SM, editoras de la mayoría de sus títulos en dicha editorial, Trinidad Marull, editora de La vaca de Dosinda y El hada del Arcoiris que además intervino en el acto, el poeta Juan Carlos Martín Ramos que recitó un breve poema dedicado a Yebra, Paloma de la Concha de Edelvives (actual edición de la Hormiguita) o Asunción Carracedo, de Amigos de Papel.
Desde Almería llegaron numerosas aportaciones como la de Julio Alfredo Egea, Pura López o Fernando Martínez López, recientemente galardonado con el premio Felipe Trigo que otorga el Ayuntamiento de Villanueva de la Serena, compañeros de colegio y una caricatura de Antonio Moreno. Acudió además al acto Francisco Capel, sobrino de Manuel del Águila, un gran número de niños y bastante público en general.
La ilustradora Tesa González envió una ilustración que se le entregó allí en su nombre y todo estuvo aderezado con algunas canciones de sus poemas que ella misma cantó. Mónica Pérez, hija de Romero Yebra acompañó a su madre con la guitarra aunque luego también estuvo tocando José Pérez, esposo de la escritora, mientras Sara Moreno y Pilar Solana iban interrumpiendo cada dos por tres recitándole un poema, leyéndole algunos mensajes, etc... hasta que por fin le confesaron el motivo real por el que toda esa gente se había reunido allí.
Fue muy divertido y nada ceremonioso. Ana María Romero Yebra se mostró muy ilusionada cuando vio aparecer sus antiguos alumnos de Andorra (Teruel) a los que dio clase hace 35 años y otra alumna de hace mucho más tiempo aún, que le escribió una emotiva carta. Llegó gente desde León, Toledo, Zaragoza, Almería,... además de por su puesto sus dos hermanas que residen en Madrid.
Ana María Romero Yebra ha necesitado muchos días para digerir este gran homenaje porque realmente se vio muy sorprendida ya que no lo esperaba. Fue un día inolvidable.
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