Cultura

El IEA edita un libro con la vida y los éxitos del tenor almeriense Luis Iribarne

  • La obra ha sido escrita por Carmen Ramírez Rodríguez, profesora Superior de Piano, Solfeo y Acompañamiento · La obra sitúa a este gran cantante lírico entre los más importantes de Europa

En Almería capital, cerca de la Puerta de Purchena hay una calle que está dedicada al tenor Luis Iribarne. Sin embargo, son muy pocos los que realmente saben quien fue ese tenor y cual fue su vida. Precisamente, el Instituto de Estudios Almerienses acaba de publicar una obra dedicada a este genio de la música, que ha sido escrito por Carmen Ramírez Rodríguez.

La obra Luis Iribarne (1868-1928). Un cantante en la escena lírica universal pretende recuperar la vida de un cantante de reputación internacional en los escenarios de su tiempo".

El tenor Luis Iribarne nació en Almería el 27 de abril de 1868. Estudió piano y canto con don Enrique Villegas, que fuera director de la Banda Municipal, y canto con su madre. Fueron su novia Lolita Villegas y el concertista de guitarra José Pujol los que le impulsaron a dedicarse al teatro, iniciando así su carrera con gran éxito. Actuó en teatros de Madrid, Barcelona y del extranjero.

En 1888, Luis Iribarne decide marcharse a Madrid. Estudia canto con el barítono Napoleone Verger, vieja gloria siciliana del Real, retirado de la escena por motivos de salud. Se integra de lleno en algunos círculos madrileños, destacados por su alto nivel intelectual y artística.

A los dos años, Verger se da cuenta de la capacidad que tiene su alumno y le aconseja marcharse a Italia. En 1890, Iribarne se marcha a Milán. Allí debuta con gran éxito.

Cantó Falstaff (Verdi) en el Teatro Regio de Turín el 30 de diciembre de 1893. En 1898, antes de partir a Italia, visita la población de Guadix por expreso deseo de los socios del Liceo. Iribarne cuenta con numerosos admiradores y durante su estancia se deshacen en halagos y adulaciones. Acompanándose él mismo al piano, dejó oír su voz la noche del sábado 8 de octubre.

En el libro también se recogen declaraciones de Iribarne hablando de lo que significaba el aplauso para el artista. "En nuestra vida tiene un valor decisivo el aplauso del público. Por el aplauso nos peleamos y nos odiamos los artistas unos a otros. Esto lo ve el publico desde la sala; pero lo interpreta mal. El publico supone que los artistas estimamos poco el dinero y mucho la gloria".

Tuvo la oportunidad de cantar en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona, en las representaciones de La Traviata de Verdi, o Mefistófeles (Arrigo Boito) en 1901, participando por ejemplo en el estreno de la ópera Los Pirineos (I Pirinei) de Felipe Pedrell en diciembre de 1901, en el papel de Miraval.

El día 3 de diciembre de 1905 cantó el Lohengrin de Richard Wagner a beneficio de la ciudad de Almería. Poseía una voz atractiva, de esas que cautivan al momento, por la dulzura y naturalidad del fraseo así como por la coloración tímbrica, siendo esta quizás su seña de identidad y el elemento más destacado por la oleada de testimonios que lo corroboran.

Cuando perdió la voz se retiró de los escenarios. Se dedicó en Madrid a la enseñanza de la música. Fue Maestro de afamados cantantes como el tenor navarro Isidoro de Fagoaga Larrache, la mezzo valenciana Aurora Buades o el tenor vasco Jesús Aguirregaviria Onaindía, más conocido por su nombre artístico de Jesús Gaviria y que, andando el tiempo, sería el marido de la soprano almeriense de Tíjola, Fidela Campiña. Falleció en 1928.

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