La Iglesia velezana acoge un recital de órgano de Carlos Martínez Motos

La Iglesia de la Encarnación de Vélez-Rubio ha acogido estos días dentro de la programación navideña del municipio un concierto de órgano bajo el título Del Renacimiento al Romanticismo, a cargo de Carlos Martínez Motos, licenciado por el Real Conservatorio Superior Victoria Eugenia de Granada en la especialidad de Piano y estudiante de Historia y Ciencias de la Música por la Universidad de Granada. Un concierto donde el público asistente pudo disfrutar de obras religiosas y profanas, solemnes y virtuosísticas, de tres naciones distintas, como Italia, Francia y España, seleccionadas especialmente para ser tocadas en un órgano de estas características.

Así, el programa del concierto contó con obras de Antonio Soler - Versos para Te Deum nº VIII e Intento-, Antonio de Cabezón -Diferencias sobre el canto de La Dama le demanda-, Giovanni Gabrieli -Canzon a quatro-, Juan Bautista Cabanilles -Tiento de octavo tono de Contras-, Cesar Franck -Siete piezas en do mayor y do menor nº I y VII- y Anónimo -Discurso de mano derecha para corneta y ecos- (recopilador Martín i Coll).

Un recorrido que gustó mucho a los asistentes que se pusieron de pie al final del concierto solicitando al músico alguna obra más, por lo que al programa se sumó la Corrente Italiana, de Cabanilles.

Carlos Martínez Motos, que contó con la colaboración durante el concierto de Francisco Navarro, presentador, y Ana Teruel, ayudante, ha participado en otros conciertos como el celebrado en el Real Colegio Mayor de San Bartolomé y Santiago de Granada, así como en la Universidad y en el Conservatorio de la ciudad. Participante en su niñez en la Banda Municipal de Música de Vélez-Rubio, donde toca el saxofón, y organista ocasional en diversos acontecimientos religiosos. Al finalizar la actuación Motos agradeció la colaboración de la Parroquia y el Ayuntamiento por su disponibilidad a la hora de organizar este evento cultural en el municipio.

Un momento también para poder disfrutar del órgano de Vélez-Rubio, construido en 1771 por el organero francés Guillermo D'Enoyer y es el de mayor envergadura que se ha conservado de este organero. La caja está confeccionada en madera de pino sin policromar. La consola en ventana presenta dos teclados manuales de 45 teclas con octava corta. Además, hay una octava de contras accionadas por un pedalero tipo francés.

Este órgano fue intervenido en 1983 por Enrique Morentín, en una actuación de puesta a punto. Ha sido restaurado por el taller de Gerhard Grenzing dentro del plan "Andalucía Barroca 2007", suponiendo una actuación sobre los secretos, la mecánica y la tubería de D'Enoher, procurando restaurar su estado original.