Ismael Serrano ofrece tres horas de grandes canciones

El Auditorio Maestro Padilla fue escenario el sábado de una nueva escala de la gira del artista

Ismael Serrano en Almería. / D.a.
D.M.

07 de mayo 2018 - 02:34

¡Ay, cantautores!. Esta exclamación tan genérica y empática, proferida por una rosa en una urna descubierta en el desván en el que se convirtió el sábado el escenario del Auditorio Municipal Maestro Padilla, resume a la perfección los veinte años de carrera de Ismael Serrano. El artista madrileño realizó en Almería una nueva celebración de sus dos décadas sobre los escenarios.

En tres horas de concierto, Ismael Serrano ofreció su forma de felicidad y alegría, la que le ha convertido en el cantautor más sólido, trascendente y destacado de las últimas dos décadas. Generoso en la entrega, alternando temas nuevos, como Ven, con versiones de autores que han marcado una época, como Luis Eduardo Aute en Las Cuatro y Diez o grandes éxitos propios, como Últimamente. Las tres canciones de entrada ya dejaban claro cómo iba a ser la velada.

El cantante se entregó a sus fieles seguidores en esta gira de los 20 años en el escenario

Con dirección musical de Jacob Sureda, encargado de la multiinstrumentación presentada en esta nueva gira, y con Barnabas Hangonyi 'Batio' al violoncello, Sucede que a veces las canciones adquirieron unos matices más líricos, en ocasiones, más épicos en otros.

Una nueva apuesta que ofrecía lo nuevo en lo conocido, como un refresco para hacer vívido otra vez lo que va adquiriendo una fina capa de polvo en la memoria. El de un desván con vistas a la luna y con una rosa expectante. Y sin embargo (de Sabina), la Pequeña criatura parecía llevar allí más de 'Cien Días' encerrada, como los sueños atrapados en el momento que alguien le dice a la ilusión, Te vas.

Pero en el transcurso del concierto, rosa y autor se van entendiendo entre citas de Shakespeare, Chaplin o Churchill, con el deseo común de que llegue El día de la ira, dedicada a las mujeres que muestran su señal de protesta, en un Ojalá de cambio parafraseando "la canción más bonita que vamos a cantar esta noche, que no es mía", de Silvio Rodríguez. Envidia sana sin que por ello haya que declamar Te odio, porque no está mal reconocer que al crecer se ganan incertidumbres hasta el punto de asumir que Apenas sé nada de la vida y que Todo cambia. ¡Ay, cantautores!, Si se callase el ruido.

El citado acompañamiento musical de Serrano le permitió, en varias ocasiones, interpretar sin guitarra. Uno de los casos fue Recuerdo, una de las canciones con mayor exigencia vocal y que desplegó con una fiereza vibrante, arrebatadora. Porque aunque toda la línea de su discografía tiene numerosos elementos comunes, hay algo de irrepetible en el aquel La Memoria de los peces, canciones que en las primeras notas ya despertaban los aplausos desde las butacas.

Enfilando el tramo final del concierto, Ya ves, llegó la Nieve para sobrecoger en la sucesión de grandes temas, como Vine del Norte y Papácuéntame otra vez.

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