El escritor Javier Gomá presenta ‘Un hombre de cincuenta años’ en Almería
El filósofo participó en el ciclo ‘Diario de los Libros’ que organiza Diario de Almería
El filósofo y escritor Javier Gomá presentó el pasado jueves en Almería su libro Un hombre de cincuenta años donde incluye tres obras de teatro. Este acto, que tuvo lugar en el Centro de Cultura de Cajamar formaba parte del ciclo Diario de los Libros que organiza Diario de Almería. Gomá estuvo arropado por el director de Diario de Almería, Antonio Lao; Cristina Galindo, coordinadora de Diario de los Libros, la vicerrectora de Extensión Universitaria y Comunicación, María del Mar Ruiz; Álvaro de la Haza, vicepresidente de Grupo Cosentino y Santiago Alfonso, Director de Comunicación y Reputación corporativa.
María del Mar Ruiz, vicerrectora de la Universidad señaló que “Gomá no es amigo de los alardes innecesarios, es una persona muy reflexiva que le gusta tomar distancia ante la realidad que tiene delante y tiene una gran habilidad para definir la realidad”. También dijo que “Un hombre de cincuenta años contiene la recopilación de tres obras de teatro. Gomá ha encontrado en el teatro el género literario en el que aborda su reflexión filosófica”.
Álvaro de la Haza, vicepresidente del Grupo Cosentino recordó que conoció a Gomá viendo la televisión donde le hacían una entrevista estando muy reciente la muerte de su padre. “Junto a Santiago Alfonso comenzamos a seguir a Javier Gomá y tuvimos la osadía de montar un acto literario en Almería. Es un orgullo para mi participar de toda esta acción cultural y social”.
Javier Gomá a lo largo de su intervención fue respondiendo a preguntas de Cristina Galindo y Santiago Alfonso. El filósofo se mostró encantado de regresar a Almería donde estuvo seis meses viviendo ya que hizo la mili en Viator. “En esta actividad solitaria que es la de escribir, sin embargo, total y absolutamente inflamada por amor, no por dinero ni por gloria, cuando encuentras a alguien en el que crees percibir el eco de ese amor que has puesto en la obra, la satisfacción es infinita”.
El escritor explicó su incursión en el teatro, subrayando que “desde el año 2009 que publiqué Ejemplaridad pública quise indagar en la importancia de la oralidad. Luego la experiencia de un conferenciante no es tan distinta de la experiencia de un actor. Había ideado la posibilidad de escribir una filosofía en escena y muere mi padre, un acontecimiento que atravesó mi vida y escribí a borbotones, Inconsolable. No creo que el salto de la filosofía al teatro sea un gran salto. Para mí la filosofía es literatura”.
Gomá también aseguraba que “el teatro es una renuncia a la brillantez. El ensayo tiene un arma poderosa que es el concepto. A mí se me da muy bien definir y me divierte convertir experiencias tumultuosas en una palabra que define esa experiencia. Pero en la vida hay experiencias que no se dejan definir”.
El filósofo también explicó como llega a las tablas del Teatro la obra Inconsolable. “El entonces director de El Mundo, Pedro García Cuartango me pidió el texto y la sorpresa fue que lo publicó entero. Cuando sale en el periódico, lo lee Ernesto Caballero, director del Centro Dramático Nacional y me propuso llevarlo al teatro. Ese fue mi primer texto teatral”.
En este sentido, Gomá también dejó claro que el teatro que se hace en España en los últimos 60 años tiene un problema. “El teatro siempre ha pivotado sobre la importancia del autor, siendo muy importante el texto. En el teatro hay espectáculo, hay propuestas del director, hay actores extraordinarios, hay montajes espectaculares, pero el autor ha cedido el terreno respecto a la prioridad del director, de los actores o del escenógrafo. Es primordial que se convierta en escena, pero solo si se publica, forma parte de la literatura”.
A lo largo de su intervención, Gomá habló de los tres secretos de la vida. “El primer secreto es el de los Reyes Magos, el segundo es la sexualidad que te la explican tus padres muy serios y el tercero es que cuando tienes 50 años por ley de vida, quien te da vida, muere. Entonces tienes la visión de tu padre o madre, y se produce un estremecimiento. Precisamente a ese tercer secreto lo llamo sucio secreto y la tarea es como recuperar la alegría, el placer y el entusiasmo”.
En cuanto a la utilidad de la filosofía, Javier Gomá subrayó que “todos los hombres y mujeres del mundo son genuinamente filósofos, porque todos tienen una interpretación del mundo. Los hombres y las mujeres vemos interpretando y luego son filósofos, ya que la filosofía es la interpretación del mundo. Hay unos individuos que escriben libros y algunos de ellos son de filosofía. A mi juicio, la misión fundamental de los que escriben libros de filosofía es contribuir a que la interpretación común del mundo de la gente sea más profunda, más estructurada, más sensible y más bella”, apuntó.
Con respecto a la alegría inteligente, Gomá matizaba que “la tristeza tiene un enorme prestigio, y ser triste parece sofisticado y va en consonancia con los tiempos y parece como si la tristeza fuese el precio que tenemos que pagar por ser libres, ser democráticos y ser igualitarios. Sin embargo, pienso que la tristeza la puede conseguir cualquier, hasta el más tonto. En cambio la aspiración a una alegría inteligente me parece una obra de arte, enormemente sofisticada”.
También hizo referencia a la vejez. “Envejecer puede ser una época en la que frente a la obligación de producir cuando eres joven, la vejez puede ser una época en la que solo puedas cultivar la dignidad. En la vejez hay un especial cansancio y melancolía. No olvidemos que la adolescencia puede ser una época problemática, ya que la adolescencia es la fase de la inadaptación”, concluyó. Fueron dos horas donde Gomá fascinó al público que no perdió detalle de lo que dijo.
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