Cultura

Maná cautiva a 6.000 almerienses con su rock mestizo en un gran concierto

  • El público también rindió homenaje a Tequila, en la gira de despedida, en una noche de cuatro horas de música en el Recinto de Conciertos

Almería puso el broche de oro a una nueva exitosa gira internacional por España de Maná, uno de los referentes de la música latina. El sábado la banda mexicana clausuró las siete únicas fechas de su tour por el país, y lo hizo, como sólo ellos saben hacer, interpretando una música personal y unas letras conocidas por todos, que beben del rock y lo mezclan con los sones autóctonos latinoamericanos.

Canciones contagiosas y llenas de ritmo, que presentaron con una espectacular producción, y donde una pantalla gigante proyectaba imágenes de su compromiso social y con la naturaleza. Los almerienses disfrutaron desde el primer trago cada uno de los temas que se sabían de memoria, y acompañados de turistas y visitantes llegados de otras provincias hasta superar las 6.000 almas, vibraron con el espectáculo global de uno de los reyes del rock latino. Fher Olvera, el cantante, reconoció la sintonía de la noche afirmando, en las postrimerías de las dos horas de concierto, "gracias España son una ráfaga de intensidad e inspiración para la banda, es el país donde más gozamos".

Fue una noche de rock auténtico, con dos estilos diferenciados, pero ambos marcados por la pasión por la música. Primero Tequila, en su gira de despedida, más guitarreros y canallas. Una intensa hora y media de rock&roll. Y después Maná, artistas de fama mundial, con un rock que bebe de la riqueza sonora de toda Latinoamérica. Otras dos impresionantes horas de música.

Maná, la banda mexicana de rock, multipremiada, de fama internacional, y con ventas en la categoría multiplatino, comenzó fuerte: Manda una señal, Oye mi amor, Corazón espinado y Déjame entrar, donde expresan su universo musical. Son sonidos originales, marcados por la base rítmica del batería, el carismático Alex González, y el bajo de Juan Calleros, la intensidad en la guitarra de Sergio Vallín y la voz inconfundible de Fher Olvera. El rock, la esencia de la banda, la sazonan con la música latina, el son caribeño, reggae y hasta el punk, para cautivar a los fans que afloran en todo el mundo y también les arroparon en el Recinto de Conciertos del Ferial de Almería.

En el quinto tema ya dieron cuenta de su activismo con Cuando los ángeles lloran, una desgarradora balada caribeña donde reclaman la protección de la naturaleza. Siguieron melódicos con las románticas Bendita la luz y Vivir sin aire. Pero en sus venas transita el rock, su base, y de inmediato Sergio Vallín se arrancó con un intenso solo de guitarra, en la pasarela que acercaba aún más a los cuatro protagonistas y a su banda con el enfervorecido público.

De ahí pasaron a Labios compartidos, De pies a cabeza donde abrazan el reggae, y hasta se atrevieron con una rockera ranchera, Con dinero y sin dinero, Ahí dieron un giro de 360 grados para dar todo el protagonismo a Alex, que interpretó Me vale, con tintes punk, seguido de un largo, brillante, intenso, variado y hasta acrobático solo de batería. Es todo un espectáculo verle tocar y por supuesto escucharle.

Se presentaba como uno de los grandes conciertos del verano y habrá que subirlo de escalafón para catalogarlo como una de las mejores actuaciones del brutal año musical que llevamos en Almería Y como toda gran banda, tuvo su momento íntimo, un sofá, dos copas de vino, y una chica del público invitada a cantar con Fher al abrigo de la guitarra de Sergio. Fue el momento para escuchar algunos de sus clásicos, como Te lloré toda mi vida, Cómo cuelen los labios, Se me olvidó otra vez y Eres mi religión.

En la recta final del concierto, los más de 6.000 almerienses disfrutaron con un clásico imprescindible de Maná como es En el muelle de San Blas, para rematar con dos obras maestras, coreadas por todos como son Clavado en un mar y Rayando el sol, como el público con sus móviles iluminando una noche mágica de rock mezclado con la esencia de la música latina. Un maná de buena música.

Pero es que las 6.000 almas venían ya con el ritmo en el cuerpo tras el primer concierto ofrecido por Tequila. Hora y media de rock&roll. Dos músicos que ya tocaban juntos cuando tenían 10 años, Ariel Rot y Alejo Estivel, décadas después siguen siendo el referente para muchas décadas tanto con Tequila como con sus experiencias personales, y que se han unido de nuevo en esta gira de despedida.

Comenzaron con aquel estribillo cantado por todos 'Vamos a bailar en la plaza del pueblo' y no pararon de animar y hacer saltar al público. Mira a esa chica, Mr. Jones, El barco, Yo era un animal, propia de Alejo Estivel, Quiero besarte, Nena, Me vuelvo loco y terminaron, como el resto del público, con Salta.

Tequila, el mítico grupo que forma parte de la historia del rock and roll en España, estuvo en el escenario junto con Rot y Stivel, acompañados por Julián Kanevsky a la guitarra, David Salvador en el bajo, Luis Prado al teclado y con la batería de Christian Chiloé.

En esta gira, 'Adiós Tequila', sigue mostrando el vibrante directo que traspasa generaciones con himnos sin fecha de caducidad. Como manifestó Alejo en un momento del concierto, "¿Tenéis ganas de rock?. Me alegro porque eso es lo que sabemos hacer". Tequila grita, una vez, más larga vida al rock&roll.

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