Música y poesía se dan la mano en un fascinante ‘Atardecer en La Campita’

Unas 200 personas se dieron cita el sábado en esta actividad que celebraba los 50 años de la Asociación de Vecinos La Palmera

Ismael Diadié leyó un poema que impresionó a todos. / Francisco Vargas
Redacción

06 de junio 2022 - 05:44

Una muchacha se afanaba en plantar un árbol, junto a la senda que sube al Cordel de la Campita (antigua vía del ganado transhumante) mirador impresionante al mar y a la ciudad de Almería. Soplaba el sábado el viento y la falta de un generador de corriente eran motivos para sortear, con imaginación, los imprevistos.

Para el espíritu del movimiento vecinal, en la celebración de los 50 años de la Asociación La Palmera, las dificultades hacían crecer la capacidad creativa: fue maravillosa y genial la respuesta del público, artistas y organización. Alguien recordaba cuando Lorca iba con su grupo La Barraca para llevar el teatro a los pueblos y aldeas y actuaban, a veces, con diluvios y sin equipos de sonido.

La alegría de la Troupe Insurgente La Nueve, emprendió la subida con su música; volaba el campo pintado con sus pájaros, que sostenía Francisco Escudero, artista visual, sobre las adelfas y las higueras: una acción con sentido. En el escenario de la Campita, ante unas doscientas personas congregadas y, sobre un gran mural, el profesor Manuel Pérez Sola, detalló la inmensa riqueza vegetal y la fauna del espacio único de la Molineta; y leyó un Manifiesto, con la urgencia, exigencia de su conservación y cuidados, y la transformación en Parque Periurbano, a cuya razón se une la hermosura de este paraje.

Vino la risa limpia con escenas de Los Títeres de Cachiporra de Lorca, avivadas por Claudia Céspedes y Paquitina Pomedio. Y la intensidad de Bodas de Sangre, tragedia universal, con Paqui Fernández en La Novia, Paquitina en la Madre, y la improvisación de Ana Gallego en La Vecina. Y los versos dichos con las últimas luces: Francisco Vargas, poeta e iluminador, con la poesía de Julio Alfredo Egea; Virginia Fernández Collado, brote y belleza de su libro Bosque (que presenta en la Biblioteca Villaespesa el 15 de junio); poeta del silencio y la fraternidad, Ismael Diadié leyó un poema estremecedor; Mariángeles Martín Gallegos, narradora y alma de la Universidad Popular interpretó Árboles de Lorca, en una performance junto al artista Miguel Parra, con una impactante llamada hacia la preservación de la Naturaleza.

Para Nocturno de pájaros, Juan José Ceba animó la participación del público, con luces de las linternas y los móviles, lanzadas sobre el cielo y el escenario, donde Francisco Escudero, creador y manantial imaginativo, realizaba su Acción de pintura arrastrada, obra en cuyo dorso estaba grabado el poema de Lorca, que fue interpretado por el público a coro: “Por el aire van los sueños/ de las semillas”. El artista visual de Berja llevaba un sombrero donde giraban las palabras de Federico García Lorca.

Ceba leyó una breve y deliciosa composición enviada desde la ciudad alpujarreña por Fátima Jiménez. Para la actriz Flor Herrera, directora del Grupo de Teatro Las Maribellas, “fue una noche mágica. Las luces de la ciudad a nuestros pies y la luna alumbrando nuestras palabras”. Interpretaron una prodigiosa puesta en escena, una dramatización muy hermosa y cuidada del Manifiesto por la Paz. Un silencio absoluto acompañó la bellísima interpretación, a la guitarra flamenca, de Francisco Fernández Pelaíllo, que crece en sabiduría de ejecución y en laberintos de misterio y hondura. Se unieron a la fiesta, ya en la noche por los altos del Cordel de La Campita, desde los” fondos del adentro” la bailaora Suleima, que estuvo magistral, con un grupo flamenco de mucha calidad, con Antonio García de Quero a la guitarra, Antonio El Cordobés al cante, y Sergio, a las palmas.

Fue celebrado así este 50 Aniversario de la Asociación de Vecinos La Palmera, la más antigua y activa de la ciudad, que contó con el entusiasmo de Salvemos La Molineta, Asociación Pétalos de Almendro, La Traíña, Huerto Urbano, Centro de Poesía Visual de Berja, Ayuntamiento de Almería, Universidad Popular Celia, Viñas y cientos de personas que contribuyeron al gozo de este Atardecer en La Campita.

La gastronomía muy rica también estuvo presente

La Asociación de Vecinos La Palmera agradeció la colaboración y la participación activa; tuvo un cuidado exquisito con los detalles que obsequiaron al público: marcapáginas con versos sobre los árboles y el nacimiento del bosque; sobres con semillas del Huerto Urbano de Los Ángeles, que repartieron mientras se coreaban los versos de Lorca “Por el aire van los sueños de las semillas”; una preciosa colección de cactus. Y la delicia de los sabores preparados en casa: ghreyeba de coco y sémola, receta de las mujeres marroquíes que asisten a clase de castellano de la Asociación A Tiempo, que prepararon amorosamente Carmen Segura y Emiliano Padilla; los bizcochos asombrosos del vecino Juan Pascual, maestro de la repostería. Y el té moruno llevado por Joseíllo Domínguez Encanto y gloria, cuando ya la noche trazaba con impactante claridad sus estrellas en el cielo de Almería. Fue una tarde para enmarcar, una tarde de aire, pero para disfrute de todos, de convivencia y amistad. Habrá que repetir.

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