La almeriense Nuria Ortega gana el Premio Adonais con su poemario ‘Las infancias sonoras’
La joven nacida en 1996 es una poeta curtida en blogs y recitales poéticos, que está centrada ahora en lo que será su primera novela
Nuria Ortega (Almería, 1996) ha sido la ganadora del Premio Adonáis 2021 con su poemario Las infancias sonoras. Su nombre se dio a conocer en el acto de proclamación y entrega de este galardón, en su 75ª convocatoria, celebrado el pasado viernes en la Biblioteca Nacional de España (BNE).
Con este evento, que coincidía con la clausura de la exposición dedicada al histórico galardón que la BNE ha albergado desde el 7 de octubre -con casi un centenar de obras y documentos propiedad de la Biblioteca y Editorial Rialp- se cerraba la celebración de los actos conmemorativos del 75 aniversario de la colección Adonáis, según informaba la institución.
Los trece finalistas recitaron uno de sus poemas y recibieron un diploma de manos de los miembros del jurado. Hasta el final del acto no se conoció el nombre de la ganadora: la almeriense Nuria Ortega Riba con su poemario Las infancias sonoras.
El jurado contó este año como invitado de honor con el poeta Luis García Montero, director del Instituto Cervantes, quien rememoró la emoción que supuso para él recibir el Premio Adonáis en su 35º aniversario y valoró la vocación que define la dedicación de los poetas. “Cuando en la vida se apuesta por una vocación, acaba todo cobrando sentido”, dijo.
Completaban el jurado de esta edición el director de la colección Adonáis, Carmelo Guillén Acosta, y los poetas Eloy Sánchez Rosillo, Aurora Luque, Enrique García-Máiquez, Amalia Bautista y Julio Martínez Mesanza.
El acta del jurado destaca a Ortega y a su poemario ganador por “la naturalidad con la que actualiza la tradición, la vuelta de tuerca expresiva que aplica al lenguaje coloquial y la mirada de asombro sobre el mundo y la memoria”.
Ortega Riba cursó Filología Hispánica en la Universidad de Almería y el Máster en Enseñanza de Español como Lengua Extranjera en la Universidad de Granada. Poeta curtida en blogs y recitales poéticos, formó parte de Versato, una iniciativa de poesía joven que reunía a poetas de diferentes puntos de España. Ahora trabaja en su primera novela.
El presidente del jurado, Carmelo Guillén Acosta, le hizo entrega del premio que “cualquier autor que se precie quiere tener”: una escultura de Venancio Blanco con la figura emblemática de la colección Adonáis.
Además, se otorgaron dos accésits. Uno fue para Félix Moyano Casiano (Córdoba, 1993) -que ya fue finalista en la edición de 2020- por La deuda prometida que para el jurado “consigue fundir la tecnología y los clásicos, la memoria de la infancia y la problemática generacional, sin renunciar a la desmitificación y a la ironía”. El otro fue al más joven de los seleccionados: Andrés María García Cuevas (Murcia, 1999) por Las ciudades.
Entre los demás 10 finalistas figuran voces jóvenes de España y Latinoamérica con trayectorias emergentes. Algunos de ellos repiten como finalistas del Adonáis. Se trata de Daniel Rodríguez Rodero (Diwan y epigramario), Fernando García Moggia (El fruto del árbol sin raíz), Odeth Osorio Orduña (Theresia), Ana Castro (La cierva implacable), Tamara Santana Abreu (Parábolas de la caída), Juan Domingo Aguilar (Casas tristes en Mauthausen), Jorge Villalobos (Aquí hay dragones), Jorge Solís (De nuestros movimientos naturales), Juan Bello Sánchez (El mundo al romperse) y Raquel Vázquez (Puerta de embarque).
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