Orquesta di la Strada acerca la música clásica con calidad y pasión
Concierto el pasado viernes en la Plaza Cristo de Medinaceli junto al Museo de la Guitarra
Los intérpretes clásicos han decidido salir de los escenarios de los teatros para acercarse y popularizar esta música entre los ciudadanos. Unos lo hacen con humor, como es el caso de Ara Malikian o el almeriense Juan Francisco Padilla, otros lo rodean de espectáculo y efectos especiales como el famoso violinista David Garrett, y hay un tercer grupo que ha decidido aportar creatividad y cercanía, como fue el caso del concierto que el viernes por la tarde ofrecieron los jóvenes de la Orquesta di la Strada. Porque, en todos ellos, la calidad musical, conocimientos y profesionalidad queda expresada en cada nota.
Alamar2014 se ha asentado en el verano almeriense y se aprecia en la afluencia de público a cada actividad, con la ilusión de descubrir nuevos sonidos, un grupo diferente y otro espacio para convivir en el centro histórico de la ciudad. En este caso, le tocó el turno a un conjunto de catorce jóvenes músicos, que se conocieron en la Orquesta Joven de Andalucía. Tras más de 10 años de formación en común y posteriores vivencias y estudios en las principales universidades y conservatorios de España y Europa, irrumpen en el panorama artístico mostrando una visión renovada de la música clásica.
Y lo hacen con una puesta en escena atractiva, la fusión de instrumentos de cuerda y viento, guitarra, percusión y baile flamenco, imagen actual, partituras reconocibles por los asistentes menos habituales a la 'clásica' y mucha pasión por compartir noventa minutos de buena música.
Los almerienses y turistas de todas las edades que se acercaron al concierto terminaron acompañando al ritmo de los aplausos a la Orquesta di la Strada, mientras los músicos, casi ya bailando, interpretaban la animada Marcha Turca de Mozart.
El enclave, también es otro rincón a descubrir, la plaza del Cristo de Medinaceli, que en los buscadores de internet la sitúan en otro emplazamiento, pero que se encuentra en un bello rincón, unido a la Plaza Bendicho, frente al Museo de la Guitarra, y en una de las paredes que rodean a la Catedral.
Delante, 14 músicos, repartidos entre 4 violines, 4 clarinetes y flautas, 1 oboe, 1 guitarrista, 1 contrabajo, 1 violonchelo, 1 percusión y 1 guitarra (no podía faltar frente al museo que da nombre a esta guitarra). Y para aderezar el espectáculo, el arte del baile flamenco. El público, que de nuevo llenó este espacio, les despidió de pie y con grandes aplausos.
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