Paloma Sánchez-Garnica presenta ‘La sospecha de Sofía’ en Almería

La escritora, invitada por Diario de Almería, participó en ‘Diario de los libros’ en un acto que se llevó a cabo en el Centro de Cultura de Cajamar donde dio detalles de su última novela

Paloma Sanchez-Garnica con Antonio Lao, Antonio Galindo y Blas Fuentes. / Rafael González
Diego Martínez

07 de junio 2019 - 18:35

La escritora Paloma Sánchez-Garnica participó el jueves en la actividad Diario de los Libros que organiza Diario de Almería donde presentó su última novela La sospecha de Sofía. Se trata de una obra muy intensa, que se desarrolla entre Madrid, París y Berlín en 1968. El acto se celebró en el Centro de Cultura de Cajamar en la Casa de las Mariposas.

Sánchez-Garnica estuvo arropada por el director de Diario de Almería, Antonio Lao; el coordinador de Diario de los Libros, Antonio Galindo y el director de Cultura de la Universidad de Almería, Blas Fuentes. La escritora, que es una enamorada de la provincia de Almería, se sometió a las preguntas de Antonio Galindo, haciendo un recorrido por las sietes novelas publicadas por la autora hasta el momento.

Sánchez-Garnica contó al público que se dio cita en la presentación de su última novela cuales eran sus lecturas cuando era una niña. “He sido lectora voraz desde que tengo uso de razón. Mi primera lectura, cuyo libro guardo como el resto de mis libros, que son un patrimonio, eran Las aventuras de Pinocho que me regalaron los Reyes Magos cuando tenía seis años”.

A lo largo de su intervención dejó bien claro que “no entiendo la gente que no lee, porque para mi la lectura es un lugar de refugio, es un lugar de protección. Con la lectura no conoces la soledad ni el aburrimiento”, comentó la escritora madrileña. “Cuando terminas de leer una novela eres otra persona, algo en tu cerebro ha cambiado” sentenció Paloma Sánchez-Garnica.

El 9 de enero de 2004, Paloma Sánchez-Garnica comenzó a escribir su primera novela. Aunque había sido una gran viajera, fue en el verano de 2003 cuando se plantea escribir una novela. “Ese 9 de enero de 2004 comencé la primera frase de mi primer libro titulado El gran Arcano. Tardé nueve meses en escribirla y me lo pasé fenomenal. Fue en 2006 cuando se publica”.

La escritora también habló de La Brisa de Oriente y de El alma de las piedras sus dos siguientes novelas. “La Brisa de Oriente surge por mi curiosidad por entender el mundo de los scriptoria de las bibliotecas de los monasterios medievales, eso que ha mantenido la sabiduría que tenemos ahora. El alma de las piedras me surgió por mi interés por el Camino de Santiago”.

En 2012 publica Las tres heridas, una novela que marca un antes y un después en la trayectoria literaria de Sánchez-Garnica. “Con esta novela hice lectores fieles, porque es una obra muy intensa y entrañable y además muy dura. Es una de las novelas más entrañables por la época en la que se desarrolla como fueron los tres años de la Guerra Civil Española”, sostiene.

Luego llegarían las novelas La sonata del silencio que se ambienta en la postguerra y Mi recuerdo es más fuerte que tu olvido, antes de publicar la séptima novela titulada La sospecha de Sofía.

Con respecto a La sospecha de Sofía, su autora apuntaba en Almería que “es una novela muy humana que va desde el 5 de abril de 1968 hasta unas semanas después de la caída del Muro de Berlín en 1989. Durante esos 21 años los personajes van a transitar por unos escenarios muy diferentes como es el Madrid tardo-franquista que hacía aguas, pero que se mantuvo hasta la muerte del dictador, esa transición que nos costó tanto y luego el estallido de libertad de los años 80 y por la dictadura de corte soviético, de Berlín con esa anomalía del Muro que condicionó la vida de sus habitantes durante tantos años, con esa dictadura tan potente en esa época y que se mantuvo sólida hasta finales de los 80. Luego metí el mayo del 68 parisino, como un contraste a esas dos dictaduras de signo contrario”.

También habló de Sofía, la protagonista de su novela. “Sofía es el arquetipo de la mujer aplastada y desperdiciada por la sociedad de aquella época. En esa época, Sofía es la mujer con talento, mujer brillante, licenciada en Química con un potencial para la investigación y la ciencia importante, que tiene que renunciar a su propia identidad, porque se ve atrapada en ese rol de madre y esposa, por un matrimonio demasiado precipitado y una maternidad demasiado rápida.

A pregunta de una lectora sobre el tiempo que dedicó para escribir La Sospecha de Sofía, Sánchez-Garnica recordó lo especial de su novela, ya que hubo momentos en que estuvo a punto de dejar de buscarla porque no la encontraba.

“Estuve más de año y medio buscándola y como soy tan metódica, escribía todos los días, pero escribía y escribía y luego se me deshacía. En varias ocasiones estuve a punto de tirar la toalla. Entonces me refugié en la lectura y leyendo una novela de Javier Marías tuve el primer chispazo y la empecé a escribir el 5 de febrero del año pasado. He estado menos de un año para escribirla”, explicó.

Peter Fechter, un albañil de Berlín oriental intentó saltar el muro de Berlín con 18 años. Había quedado separado de su hermana por el Muro. “En agosto de 1962 decidió saltar el Muro junto a un amigo. Fechter fue herido y quedó tendido durante casi una hora sin recibir asistencia y desangrándose a la vista de todos”.

“Luego Nino Bravo cantaría la canción Libre compuesta en 1972 por José Luis Armenteros y Pablo Herreros. Esa canción fue un homenaje a Fechter, y eso lo descubrí cuando me documentaba para esta novela”, recordó la autora madrileña.

En el transcurso del acto sonaba una música de fondo. Era la banda sonora de la novela que ha hecho el propio hijo de Sánchez-Garnica, que sin ser músico, ya que es piloto de aviación le hizo este regalo a su madre. Es una banda sonora con música de piano, que fascina e invita a leer el libro con música.

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