La peña Flamenca El Morato rindió un emotivo homenaje a su socio recientemente fallecido, Carlos el Australiano, colocando una placa en el lugar donde habitualmente se sentaba. Esta placa perpetua la memoria de uno de sus socios más emblemáticos. En ella consta “Rincón de Carlos el Australiano”.

Para tal acto tuvo lugar un gran recital con Antonia López que volvió por sus fueros después de una dura intervención quirúrgica, cantando como los propios ángeles. Comenzó el acto Lola de Quero, presidenta de la peña glosando la figura de Carlos y toda la aportación que hizo con la peña siempre colaborando que dejóhuella.

A continuación Niño de las Cuevas y Antonia López interpretaron dos fandangos con letras de éste, en homenaje a Carlos Después un ramillete de cantes dividido en dos partes con la excelsa guitarra del Niño de las Cuevas, guitarra de reciente construcción por el luthier Joaquín Carrillo siguiendo el modelo de la Invencible de Torres que sonó a gloria.

La Bambera, Malagueñas, Tarantas, Zambra de Caracol, Fandangos, Bulerias de la Manolita, Solea, Tangos-Rumba de la Niña de los Peines, Milonga del Pastorcillo que dedicó a Carlos, es un cante que le gustaba muchísimo y el estreno de un Cante de Romería de Pepe Marchena que dedicó a un gran socio de la peña ygran colaborador como es Paco Lupión.

Una noche donde afloraron las emociones con una noticia extraordinaria para el flamenco almeriense, la recuperación formidable de Antonia López que vuelve como en sus mejores tiempos con la voz melosa y flamenca que cautivó nuevamente a los socios y aficionaos que se dieron cita en la cueva del Morato.

Además la participación de Antonia López y Niño de las Cuevas fue totalmente desinteresada, quisieron colaborar con la peña debido a la precaria situación económica por la que atraviesa actualmente. Al final los aplausos sonaron varios minutos agradeciendo el público el exitoso recital.