Rafael Jiménez presentó su libro ‘Sin nombre’ en la Casa de los Puche
El autor fue presentado por Magdalena Cantero, presidenta de ‘Vecinos del Casco Histórico’
En la neoclásica Casa de los Puche, sita en la coqueta plaza de Bendicho, junto a la Iglesia Catedral de la Encarnación, casa de hermandad de la Real, Ilustre y Sacramental Cofradía del Prendimiento, organizado por la Asociación de Vecinos del Casco Histórico, presidida por Magdalena Cantero Sosa, tuvo lugar en la tarde-noche del sábado 26 de noviembre, la presentación de la obra literaria Sin Nombre del escritor almeriense y escritor Rafael Jiménez Torres, correspondiéndole el prólogo al historiador y profesor Agustín Pedrosa Pardo.
El libro impreso por Letrame Editorial, recoge en sus 113 páginas literarias y tres bellas litografías concordantes con las palabras amanuenses reunidas con bondad y pasión en los versos y la prosa de Sin Nombre. Parte de la intervención del autor Rafael Jiménez Torres estuvo armonizada con los sones acompasados magistralmente a la expresión verbal con el toque de guitarra española a cargo del profesor Daniel Nicolás Padrones.
La presidenta de la Asociación de Vecinos de Casco Histórico, Magdalena Cantero Sosa, con gran acierto en su intervención de salutación a los presentes, que cubrieron todo el aforo del patio central porticado de esta casa del siglo XVIII, presida por una imagen de María Santísima de la Merced, elogió la predisposición fraternal y solidaria de la Hermandad penitencial y sacramental del Miércoles Santo de acoger este acto cultural en su sede social, así como, exquisitas palabras de exhortación hacia el autor literario, cuyas características más sobresalientes de su escritura es su inmensa bondad y pasión asentada con profundidad en toda su narrativa literaria.
Destacó Magdalena Cantero el hecho de recoger en el libro Sin Nombre aquella Almería como ciudad horizontal con los enclaves definitorios de la misma entorno a la Alcazaba, la Catedral y el Cerro de San Cristóbal y abierta al mar mediterráneo a través de su puerto comercial y pesquero. Rafael Jiménez Torres, con emoción contenida, hizo un recorrido a viva voz quebrada de sensibilidad y elevados sentimientos de la plenitud de la vida de aquella Almería tapial de los años 60 y 70, entre la Alcazaba, el desierto, Cabo de Gata, la plaza Borja, la calle Antonio Vico y la calle Padre Gabriel Olivares, hoy Jesús de Perceval, recitando desde la intimidad del corazón, el alma y la razón las siguientes palabras recogidas en el libro en relación con la Alcazaba: “Quiero que algunas de mis cenizas se entierren en algún hueco del muro como tesorillo de bagatelas” y “ella y yo albergamos secretos, deseos y lágrimas en aquellos atardeceres a levante, la mar, y el poniente constreñido por barrancas”.
La metáfora es el honor de la metafísica, tal y como escribió Borges, “Metaforizar es pensar”. Lo escrito en las páginas de Sin nombre nos hace pensar: “…No hay héroes sin el olvido de tantos/ponte los auriculares y encierra visiones que nunca fueron. /Cierro mi mente y navego hacia la corrosión final/Cementerio de lápices y trazo de desecho. Adiós.” El ultraje de los años que pasan, la luna de enfrente, la sombra elogiada, la arena de los libros, el jardín presentido: “…Tiempo, modo y lugar…relatividad de los sentidos/apatía en decurso de la vida. Memento.”
Rafael Jiménez hace presente en sus versos la añoranza, anhelo, espera, recuerdos, hastío, sosiego, amenaza, inexistencia, azar, desesperación, tolerancia, esperanza, mentira, sinergia, visión, profecía, pureza, olvido, adiós: “Cuando leas estos versos arrójalos al volcán marino bello fósil de huesos en forma de grafías”.
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