Sabor a improvisación en el film Los Comensales

Es la cuarta película que participa en el certamen Ópera Prima y se pudo ver en el Teatro Cervantes

El director Sergio Villanueva y el actor Quique Fernández. / Javier Alonso
Fran Murcia

18 de noviembre 2016 - 02:35

Sentarse a la mesa, comer, charlar y divagar por las situaciones de la vida. Con un guión pero sin diálogos fijados, Los comensales es una oda a la improvisación, serenidad y saber escuchar para conversar de los intérpretes. El director Sergio Villanueva y el actor Quique Fernández ofrecieron los detalles de esta película que es la cuarta en presentarse en el certamen Ópera Prima.

El director aseguró que "Los Comensales es un alegato a que la mejor manera de resolver problemas es en torno a buena mesa. Para darle mayor naturalidad y realismo a la situación y hacerla un momento más de la vida de los espectadores, no contamos con un guión cerrado para que los diálogos fueran improvisados"

Los cinco intérpretes que forman parte del elenco del largometraje son: Juan Diego Botto, Sergio Peris-Mencheta, Silvia Abascal, Quique Fernández y Denise Despeyroux.

Esta película consiguió tocar las propias vidas de los protagonistas: "Así conseguimos compartir y trasladar al espectador a la misma vez, momentos especiales en la vida de cada uno de los protagonistas como la paternidad de Quique, la recuperación de Silvia Abascal o la muerte del Padre de Sergio".

El rodaje se hizo en una sesión donde "las cámaras acariciaban a los protagonistas con un aroma sensorial tal y como se destila en el cine francés".

El actor recordó cómo se sintió en el rodaje: "Los cinco platos que se sirvieron durante la película marcaron los cinco actos teatrales que nos llevaron a los actores de una conversación a otra sin darnos cuentas, de hecho, yo tuve momentos en los que dudaba si la cámara estaba grabando y si finalmente, lo que habíamos hecho, gustaría al público y una vez terminado el montaje, vimos la reacción en el público que tuvimos nosotros al terminar de grabarla".

Durante tres meses, se mantuvieron conversaciones con los distintos actores sobre temas que se iban a tratar durante la película que serían, ya en el almuerzo, el hilo argumental de la historia.

Por la tarde, se proyectó la película en el Teatro Cervantes donde se pudo entablar un coloquio con el público presente a la proyección.

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