La infancia de millones de jóvenes durante las últimas décadas ha estado marcada por un denominador común: los videojuegos de fútbol y los de lucha. Estos últimos, los de liarse a guantazos con los amigos en un título virtual machacando botones en las recreativas o en el salón de casa, han sido una máxima para varias generaciones. Y ahí, el rey indiscutible por nombre y trayectoria es la saga Street Fighter. Luchadores como Ryu, Ken, Guile, Zangief o Blanka revolotean en el imaginario de cualquier amante de los videojuegos cuando se le pregunta por un juego de peleas.

Por esta razón, la publicación hace unos días de sus sexta entrega es motivo de alegría para los que hemos crecido con esta saga y siempre hemos llevado ese pique sano con los amigos al extremo cuando Dhalsim acababa con nosotros estirando sus brazos hasta límites insospechados.

Street Fighter, que ya ha vendido más de 47 millones de copias desde su estreno hace la friolera de 35 años, aterriza ahora con su sexta iteración en PC, PS5, PS4 y Xbox Series con la clara intención de darle una vuelta de tuerca a un género tan simple como adictivo como es el de los juegos de lucha. Y tras haberlo probado de manera intensa y haber dejado el DualSense pidiendo un tiempo muerto, la sensación es que el rey de los guantazos ha vuelto por todo lo alto.

El modo World Tour es un añadido refrescante para la saga.

Y no es una frase hecha al uso. Capcom se ha tomado en serio el reboot de esta mítica saga y ha apostado por ofrecer tanto contenido de lanzamiento que, sin exagerar, abruma. Lo del modo arcade de toda la vida (potenciado con su modo local y global) es solo una centésima parte de un juego que intensifica más que nunca la interacción con otros jugadores con el modo Battle Hub y se abre también al género del mundo abierto con el modo World Tour, superando pruebas, desafíos y mejorando nuestras habilidades con nuestro alter ego en una ciudad imaginaria llamada Metro City.

Es un viaje lleno de elementos comunes de los juegos de rol con el objetivo de encontrar un compañero desaparecido. Nos tocará, tras crear a nuestro personaje, explorar esta reconocida urbe de la franquicia ‘Final Fight’, clásico “beat ‘em up” (el conocido yo contra el barrio) también de Capcom, que recibe un amplio y merecido homenaje compartiendo universo con el de la franquicia de lucha.

El apartado gráfico y la dirección artística son sublimes. Destilan personalidad

Como señala el propio nombre del modo, tu personaje partirá en busca de luchadores más poderosos y leyendas con las que entrenar por todo el globo, desde la India para conocer a Dhalsim, a Brasil para entrenar con Blanka y desbloquear sus estilos de lucha.

Acabado gráfico de nueva generación

Un modo adictivo y que supone un soplo de aire fresco para la franquicia. Y es que todo está pensado para que el jugador se divierta siempre con los clásicos modos arcade o versus. Y todo ello, potenciado por el RE Engine, el motor gráfico que Capcom ha utilizado en la saga Resident Evil y que tan buenos resultados ha dado en Village o el 4 Remake (que analizamos hace unos meses en el Loot) y que aquí se luce con todo su potencial con un acabado gráfico de primer nivel y una fluidez marca de la casa.

Si a eso se le suma una banda sonora llena de temazos, varios modos de control para adaptarse a cualquier jugador, tanto el profesional como el novato que prueba por primera vez la franquicia y que a lo mejor no es tan ducho en la pulsación de varios botones para hacer los combos, una dirección artística que entra por los ojos y que denota una fuerte personalidad, tenemos entre manos un producto sobresaliente que expande su área de influencia y que contentará a los veteranos y sorprenderá a los nuevos.

Hemos podido realizar esta reseña gracias a una clave para PS5 que nos ha remitido Plaion.