Turismo de nieve en familia
Los restos del temporal aún perduran en las montañas y en algunas zonas como Calar Alto el espesor del hielo alcanza hasta los 40 centímetros del altura.
Hace casi tres semanas desde que cayó la gran nevada en la sierra de Los Filabres y las montañas aún siguen blancas. Eso sí, cada vez más heladas y con temperaturas bajo cero a pesar de los días de sol. Paisajes idílicos y de lo más invernales que han atraído desde entonces a miles de turistas que han querido disfrutar en familia de una actividad que muy pocas veces tienen a su alcance. Sin duda, en este caso se cumple a rajatabla el refrán año de nieves, año de bienes, y es que al menos, los establecimientos hosteleros de la zona (Bacares, Serón, Las Menas, Aulago y Gérgal) han estado llenos incluso los días de diario y no festivos.
Con la llegada de la nieve, la sierra más grande de la provincia de Almería y los pueblos que hay a su alrededor han renovado la agenda de ocio y tiempo libre para las escapadas. En Calar alto, además, se pueden hacer visitas guiadas con expertos científicos que explican a los grupos que realizan sus reservas no solo el trabajo que se realiza bajo las cúpulas, sino las posibilidades que ofrece un observatorio como este de cara al turismo de altura.
La nieve aún conserva un espesor de más de 30 centímetros y hasta 50 en algunos puntos de la sierra. Además, se encuentra en una zona cuyos caminos facilita el rápido y cómodo acceso a gran variedad de actividades y destinos, como hacer rutas con raquetas por los cortafuegos, deslizarse en trineo, visitar las ruinas de lo que fueron las minas de Las Menas de Serón, o hacer senderismo por los increíbles paisajes de Bacares, entre ellos el sendero del agua que desemboca en una gran cascada que ha crecido tras el último temporal de nieve que ha aportado riqueza a prácticamente toda la comarca y provincia. Y cómo no, degustar la gastronomía local, conocer la fauna de Los Filabres e incluso visitar los museos etnográficos de los distintos pueblos que rodean esta sierra.
Los que más han disfrutado estos días, aprovechando las vacaciones de Navidad, han sido sin duda los más pequeños. Como si de un parque de atracciones se tratase, pero con un plástico como único juguete, han pasado horas y horas de ocio y diversión que han compartido con sus padres e incluso con los abuelos. Familias enteras se han echado estos días a la sierra para compartir una jornada de ocio alternativo. De Albox, una abuela se desplazó con su nieta hasta el cruce de Bacares donde empezaba a verse al alfombra de nieve. De Retamar tres familias cuyos hijos van al mismo colegio se encontraron en un mismo punto cerca del Collao Ramal. Los niños, perfectamente ataviados, se deslizaron una y otra vez por una pista cortafuegos a la que no pudieron resistirse tampoco los mayores. Y de Almería, gran cantidad de personas, algunas que veían la nieve por primera vez en su vida. También de la parte del Levante, como de los municipios de Vera y Antas se desplazaron a disfrutar de la sierra en su momento más álgido.
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