Amigos de la Alcazaba celebra el Día Internacional de los Museos

Museos

La asociación hace una valoración y balance de la situación museística de Almería y provincia

Amigos de la Alcazaba en el Museo de Almeria. / josé ángel Fernández

Cuando en 2004 se creó la asociación de Amigos de la Alcazaba, no existía en Almería ningún museo abierto al público y el panorama provincial era igualmente desolador. Veinte años después, afortunadamente, la situación es muy diferente. En la capital se cuenta con una docena de espacios expositivos y museos, como el Museo de Almería, Doña Pakyta o el MUREC, mientras en la provincia, junto a museos ya veteranos, como los de Vélez Rubio Terque, Olula o Cuevas, existen hasta un centenar de museos locales, enclaves y centros de interpretación a lo largo y ancho de la geografía provincial, por supuesto, de muy desigual nivel.

“Este enriquecimiento es fruto de un aprecio cada vez más generalizado por parte de la ciudadanía hacia su patrimonio, asumido por ayuntamientos y otras instituciones almerienses, y también de la larga reivindicación ciudadana de asociaciones como Amigos de la Alcazaba, que desde su creación forma parte de la FEAM - Federación Española de Amigos de los Museos, siendo la única asociación almeriense integrada”, recuerda la presidenta María Teresa Pérez.

“Como tal –continúa-, apoyamos decididamente la labor de los museos almerienses y así lo visibilizamos cada 18 de mayo, Día Internacional de los Museos, dedicándolo a alguna de nuestras instituciones museísticas con el objetivo de divulgar mejor su labor. También nuestros objetivos se han extendido en apoyar a los museos que han sufrido situaciones problemáticas, como las Museo Ibáñez en 2010 o Museos de Terque el pasado año, que son además los dos museos que han recibido el Premio “Alcazaba” de nuestra asociación”.

Los museos y espacios museísticos almerienses se enfrentan a sus propios retos, según su propio ámbito y naturaleza. En palabras de Amigos de la Alcazaba: “Un problema común a todos ellos es la crónica escasez de personal y presupuesto, que se traduce muchas veces en una cuestión de supervivencia. También de ir más allá de la conservación y llevar a cabo una labor de catalogación, restauración, investigación…Es habitual que los espacios museísticos, como los de la capital, carezcan de un proyecto de gestión cultural, no digamos de una dirección técnica, que permita aprovechar todo el potencial del museo y abrirlo a la comunidad”.

Y, añade la presidenta de la Asociación Amigos de la Alcazaba que “también existe la amenaza de que algunos museos, estresados por el reto político de aumentar sus cifras de visitantes, se conviertan en contenedores culturales, en el que cabe todo, con el peligro de que se difumine la esencia y el objetivo para el que el museo fue creado”.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último