El Loot de Txeron

Prince of Persia: The Lost Crown encumbra a la icónica saga con un metroidvania soberbio

Prince of Persia: The Lost Crown es toda una sorpresa para empezar el 2024.

Prince of Persia: The Lost Crown es toda una sorpresa para empezar el 2024.

La saga de videojuegos de Prince of Persia ha acompañado, divertido y emocionado a varias generaciones de jugadores. Por eso, el lanzamiento de una nueva entrega de este icónico título es siempre motivo de alegría y también de escepticismo por si es capaz de mantener la excelencia y la magia de sus antecesores. Y tras haber disfrutado más de una treintena de horas de Prince of Persia: The Lost Crown, puedo asegurar que ha superado todas las expectativas y eso que su apuesta por el género metroidvania había generado muchas reticencias por ser un género que puede echar para atrás a muchos jugadores por su endiablada, en ocasiones, dificultad.

Un reto que los desarrolladores de Ubisoft Montpellier han sabido doblegar y adaptar para ofrecernos un título de acción y plataformas en perspectiva 2D (y modelado 3D) que te atrapa desde el primer momento por un apartado visual que denota personalidad con unos personajes con un acabado cartoon muy realista similar a títulos como la saga Borderlands que se entremezclan con escenarios muy coloridos y llenos de detalles en los que perderse es casi una obligación.

Los jefes son muy grandes, poderosos y letales. Los jefes son muy grandes, poderosos y letales.

Los jefes son muy grandes, poderosos y letales.

En esta ocasión, nos toca ponernos en la piel de Sargon, un joven combatiente de un grupo de élite del Príncipe que se verá abocado a superar multitud de retos en el Monte Qaf, un mundo imaginario inspirado en la mitología persa, para salvarle tras ser raptado y conseguir así restaurar el equilibrio del mundo.

Una trama argumental que tiene sus giros de guión y que van en consonancia con un mapeado que entremezcla más de una de cena de biomas diferentes (cloacas, bosques, catacumbas, palacios, etc) junto a peligrosos y varios enemigos.

Para vencerles, como buen juego de acción, Sargon cuenta con varias armas, diferentes poderes y movimientos y multitud de amuletos que conjugados sabiamente permiten crear diferentes maneras de jugar y afrontar los retos que suponen los jefes finales de cada bioma y otros tantos que protegen grandes tesoros.

Equipo que podremos mejorar y también comprar en el refugio incentivándonos a seguir buscando. Y es que lo bueno de The Lost Crown es que es un juego tan rápido y versátil que es sumamente divertido explorar todos los rincones del mapeado mientras resolvemos rompecabezas, descubrimos multitud de secretos y completamos también misiones secundarias que nos encargarán diferentes personajes repartidos por el Monte Qaf poblado también de unos peculiares árboles donde guardar el progreso.

Saltos imposibles y precisión milimétrica: las plataformas están muy bien medidas. Saltos imposibles y precisión milimétrica: las plataformas están muy bien medidas.

Saltos imposibles y precisión milimétrica: las plataformas están muy bien medidas.

Todo ello con un doblaje al castellano excelso y una banda sonora marca de la casa que nos animará a seguir intentando derrotar a ese jefe una y otra vez. ¿Lo mejor? Que todo es tan frenético que si mueres, al segundo estarás de nuevo enfrentándote contra él sin largas caminatas ni esperas como en otros metroidvania en los que perderse y, sobre todo, perder el tiempo son muy comunes. El juego presenta para ello varios niveles de dificultad y dos modos de juego: el guiado con pistas visuales en el mapa para saber por dónde seguir y el tradicional sin ningún tipo de ayuda. Yo recomiendo encarecidamente el primero porque facilita la exploración sin que se resienta la experiencia y se evitan picos de frustración innecesarios.

En cualquier caso, el juego ofrece importantes retos y no será un paseo. A los citados jefes finales, cada uno con sus pautas de ataque y características intrínsecas que nos harán cambiar nuestra manera de jugar por momentos, se unen rompecabezas y puzles que requerirán precisión milimétrica a los mandos y muchas dosis de imaginación para utilizar sabiamente los poderes con los que contará Sargon y que se hacen imprescindibles para seguir avanzando en la aventura.

Los combates son muy divertidos y el despliegue visual, soberbio. Los combates son muy divertidos y el despliegue visual, soberbio.

Los combates son muy divertidos y el despliegue visual, soberbio.

En cuanto al rendimiento, el juego corre a 4K y 120fps en PS5, plataforma en la que hemos podido jugar de manera anticipada al título, y la sensación de fluidez es una delicia. En Switch, PS4, Xbox One y Xbox Series S lo hace a 60fps y distinta resolución y en Series X y PC a 120 también.

Conclusiones

Me ha fascinado tanto la experiencia vivida con este Prince of Persia que es difícil sacarle un pero. Mima tanto el tiempo del jugador y minimiza como nadie las aristas intrínsecas del género metroidvania que recomendarlo es una obligación si te gustan los videojuegos. Su facilidad para hacer tan digerible una propuesta con enfrentamientos y retos complicados y convencerte para no cejar en tu empeño es digno de elogiar. Donde otros metroidvania pincharon en hueso con mi paciencia y terminaron olvidados en el último rincón del disco duro, Prince of Persia: The Lost Crown ha sabido atraparme desde el primer momento y facilitarme, sin regalarme nada eso sí, superar los retos que plantea. Adictivo, frenético, divertido y muy dinámico definen la idiosincrasia de un título que desborda personalidad por su acabado visual y por conjugar como nadie características y elementos vistos en otros grandes del género como Hollow Knight o Blasphemous.

Sin duda, se ha convertido por méritos propios en la primera gran sorpresa de este 2024 que acaba de empezar. Este próximo jueves 18 tienes una cita ineludible con el Príncipe. Tal cual.

Hemos podido analizar Prince of Persia: The Lost Crown gracias a una clave para PS5 que nos ha remitido Ubisoft España.

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