Los médicos aseguran que Morente ingresó en la clínica para operarse de un cáncer de esófago

El equipo médico que intervino en la Clínica La Luz a Enrique Morente, fallecido el pasado lunes, aseguró ayer que el cantaor padecía un cáncer de esófago con metástasis linfáticas. En un comunicado remitido a Efe, los médicos salieron así al paso de la "multitud de informaciones erróneas" sobre las circunstancias de la muerte.

Según la familia, que presentó una denuncia ante los juzgados por presunta negligencia médica, el cantaor granadino fue operado de una úlcera en la Clínica La Luz, donde murió nueve días después de esa primera intervención. En contra de esta versión, los médicos sostienen que "Enrique Morente ingresó para operarse de un cáncer de esófago de 4,5 centímetros de diámetro, localizado en el tercio medio, con metástasis linfáticas". "El equipo médico (cirujanos, anestesistas, intensivistas, patólogos, neurólogos) desea transmitir a su familia y amigos sus condolencias por tan importante pérdida", concluye el comunicado.

El cadáver de Morente fue sometido ayer a una autopsia en el Instituto Anatómico Forense, antes de ser trasladado a la capilla ardiente instalada en la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE).

También en un comunicado, la familia de Morente pidió que, "en estos momentos de dolor", se le permitiese "honrar, como se merece, la figura de uno de los más grandes nombres que ha dado el flamenco a lo largo de la historia". Un sentimiento de respeto que trasladaba "a toda la ciudadanía a la que, en un día como hoy, invita a manifestar su último adiós a un creador inmenso y una persona que desbordaba humanidad a cada instante", añadió el comunicado.