Un grandioso 'El Diluvio de Noé' llena de música, ópera y teatro el Maestro Padilla

Gran espectáculo coral con la Orquesta Infantil, Juvenil, sexteto y Coro de la OCAL y alumnos del Gines Morata, La Jarilla e IES Azcona Más de 300 niños se repartieron entre el escenario y los palcos del Auditorio

Michael Thomas dirigiendo a las Orquestas y al Coro que estaba sobre el Arca de Noé.
D. Martínez

14 de marzo 2016 - 05:00

Más de 300 niños, repartidos entre el escenario y los palcos, músicos y coro, unos con camisa blanca y otros disfrazados de animales con trajes elaborados con más de 13.000 tiras de colores de goma eva. Todos mirando con orgullo los numerosos aplausos de un entregado público. Así se despidió anoche El Diluvio de Noé, la transformación, una apasionante producción de la OCAL representada ayer en el Auditorio Maestro Padilla, que unió música, teatro y ópera.

El concierto fue interpretado por la Orquesta Infantil, y arropado por la Juvenil, un sexteto de la Orquesta Ciudad de Almería, el Coro de la OCAL y coros de los colegios Ginés Morata, La Jarilla de Huércal de Almería, y alumnos de flauta dulce del IES Azcona. Y como protagonistas, las voces de José Miguel Baena (Noé) y Gloria Oya (señora de Noé).

Un complejo espectáculo bajo la dirección musical de Michael Thomas y la dirección de escena, escenografía, estilismo e iluminación de Zamira Pasceri. Una hermosa representación enmarcada en el programa Invierno Cultural del Área de Cultura del Ayuntamiento de Almería.

La escenografía envuelve al propio público en la historia ya que se usa todo el Auditorio para el concierto: escenario, patio de butacas y palcos. Los animalitos del coro infantil suben y bajan las escaleras, las flautas resuenan desde un palco, los metales en el otro, el coro de la OCAL en el segundo nivel. Una original y compleja producción, difícil mover a tantas personas, que atrapó al numeroso público que no quería perderse ningún detalle.

Una inmensa arca ubicada en el escenario centra la mirada de la historia, una versión moderna compuesta por Benjamín Britten, que quiere mostrar la importancia que tienen los libros para el conocimiento y la moral. Un colegio cambia con la llegada del profesor Noé, que motivará a los niños para reconocer la importancia del saber, y así les pedirá ayuda para realizar un arca con la que recorrer el mundo. Todo ello guiado por una narración en off especial, la voz de Dios, en este caso una sorpresa muy reconocible, el antiguo alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador.

A lo largo de casi una hora los protagonistas viven mil y una aventuras, con diluvio incluido. Los efectos especiales, iluminación y audiovisuales transmiten perfectamente la sensación de la lluvia, los niños y niñas van entrando en el barco, hay que salvar el mundo y los libros, con Noé a la cabeza.

El Auditorio puso el cartel de no hay billetes y las butacas del patio de butacas, anfiteatro y los palcos se llenaron de unos espectadores que disfrutaron con la producción de la Orquesta Ciudad de Almería.

Michael Thomas, como siempre, realizó un excelente trabajo con los niños y jóvenes, a los que sacó todo lo mejor en su continua progresión musical. También hay que valorar la original escenografía, un trabajo dirigido por Zamira Pasceri. Y la respuesta del público, increíble. Lleno hasta la bandera.

Sin duda, al final todos coincidían que había merecido la pena tantas horas de trabajo y ensayo. El público lo supo agradecer a lo grande, primero con su asistencia y luego con sus aplausos.

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