Ojalá existiera lo de la OTI
El Museo de la Guitarra se rinde ante la historia de ‘Arión’ de Ángel Peñalver
Música
El guitarrista almeriense Ángel Peñalver emociona con un viaje musical sobre la belleza, la constancia y el poder transformador de la música
El Museo de la Guitarra Antonio de Torres vivió el viernes una de esas veladas que quedarán grabadas en la memoria de quienes asistieron. El guitarrista Ángel Peñalver presentó su proyecto Arión con un lleno absoluto, una propuesta artística que fusiona relato, música y emoción en un viaje íntimo por la vida interior del músico y su eterna búsqueda de belleza.
Desde los primeros acordes, el público se dejó envolver por la atmósfera del museo -un espacio cargado de historia y simbolismo, que se transformó en escenario de introspección y emoción compartida-. Cada pieza, acompañada de la voz del narrador, dibujaba el recorrido vital de Arión, ese personaje inspirado en el mito del músico que se salvó gracias a su música, pero también en el propio camino personal de Peñalver.
Entre luces cálidas y un silencio expectante, la música fluyó como un hilo conductor que unía a los presentes en un mismo pulso emocional. Las notas de Romance Anónimo, Fix You o Hentai sirvieron de puente entre etapas vitales: la inocencia, la duda, la crisis y la madurez del creador.
El público, visiblemente emocionado, acompañó con aplausos sinceros el viaje de Arión, entendiendo que más allá del virtuosismo o la técnica, el concierto hablaba de la música como motor de emociones y espejo del alma.
“La música solo cobra sentido cuando conecta, cuando despierta algo verdadero en quien la escucha, estoy realmente feliz de estar esta noche aquí y de hacerlo, precisamente, en el Museo de la Guitarra Antonio de Torres”, declaró Ángel Peñalver al finalizar el concierto, muy conmovido.
El recital culminó con La vereda de la puerta de atrás, un guiño final a la idea de que la creatividad -como la vida- nunca se detiene. Envuelto en una ovación prolongada que hizo levantarse al público de sus butacas, el músico saboreó los últimos ecos de un viaje emocional que invitaba a detenerse y escuchar con calma. Una pieza final, Isn’t She Lovely de Stevie Wonder, inédita hasta el momento -¿será el próximo Influencer?-, dejó claro para todos los presentes que el viaje de Arión no había concluido, sino que apenas comenzaba, “lo importante no es la llegada, sino el viaje y la forma en la que lo vivimos”, expresó en sus proyecciones el alter ego de Peñalver.
Cuando la última nota se desvaneció, el Museo entero pareció contener la respiración. En ese instante suspendido, la historia de Arión dejó de pertenecer al músico para convertirse en la de todos los presentes. Había en el aire una emoción quieta, una mezcla de gratitud y melancolía que recordaba que la música no se escucha solo con los oídos, sino con todo el cuerpo. Como si el propio Antonio de Torres, desde su tiempo, hubiera querido sumarse a ese diálogo de guitarras, el museo vibró con la certeza de que la belleza no se impone: se descubre, se comparte y permanece en silencio dentro de quien la siente porque, como dijo Arión, “la creatividad es contagiosa, pásalo”.
El proyecto Arión se enmarca dentro de la saga creativa Influencers, con la que Ángel Peñalver rinde homenaje a quienes le inspiraron y a la fuerza invisible que une notas y personas. Tras dos entregas anteriores, esta tercera propuesta lleva al músico a una nueva dimensión artística: una mezcla de narración, guitarra y emoción que trasciende el formato habitual de un concierto para convertirse en una experiencia sensorial y espiritual.
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