Santiago Díaz: “Antes de sentarme a escribir una línea ya sé de que va a ir la novela”

Este autor de casi dos metros de altura presenta su última novela Jotadé en el Hotel Catedral de Almería a las 20 horas. Esta actividad forma parte del ciclo Diario de los Libros que organiza Diario de Almería.

Pregunta.-Para aquellos que no le conocen, háblenos de Santiago Díaz.

Respuesta.-Soy alguien que llegó al mundo de los guiones inicialmente por casualidad, y a la escritura gracias también al empuje de mi hermano. Yo jugaba a baloncesto de manera profesional y era profesor de Educación Física. Escribí un guión un verano porque no tenía un duro para irme de vacaciones, y se me debió dar bien, y me contrataron en una serie.

P.-Es decir que dejó el colegio y el baloncesto.

R.-Dejé el colegio y así me tiré 25 años escribiendo guiones, hasta que mi hermano mayor, que ya había escrito varias novelas, me animó a escribir una obra. Fue como un juego, y descubrí mi verdadera vocación que es la de poder contar las historias a mi manera desde el principio hasta el final, cosa que en la tele no sucedía. Soy alguien que disfruta con su trabajo y muy sencillo.

P.-¿Cómo ha llevado el cambio de registro de escribir un guión a una novela?

R.-Cuando mi hermano me lo decía, yo no me veía capacitado para escribir una novela. Estaba acostumbrado a formar parte de equipos de guión, en los que se discuten las decisiones, no tienes ese peso ni esa responsabilidad tú solo, y no me veía capacitado para ello. Cuando descubrí una historia que me llamó la atención, tuve claro que lo que escribiría sería thriller, porque es lo que más me ha gustado siempre como lector.

P.-Con su primera novela vivió momentos únicos.

R.-Fue divertido y a la vez sorprendente todo lo que me pasó. En la profesión de guionista no se nos hace mucho caso, nos tienen un poquito marginados en el escalafón audiovisual, y de repente como escritor pasas a un primer plano, llegas a los sitios, te hacen entrevistas, te preguntan y te hacen fotografías. Entonces el cambio fue un poco sorprendente, radical en ese aspecto, pero lo disfruté muchísimo.

P.-¿Por qué se inclina de forma clara por la novela negra?

R.-Creo que la novela negra actual engloba todos aquellos géneros considerados menores, como la novela de enigma, la novela negra pura, el thriller y la policial. Para mí el gran atractivo, es que en una novela negra puedes meter desde un asesinato, una investigación, una historia de amor y lo que tú quieras, y para mí ese es el gran triunfo de la novela.

P.-El protagonista de Jotadé es un policía y encima gitano. No se puede pedir más.

R.-Sí, el enunciado de policía gitano ya te dice muchas cosas, pero son mucho más profundas sus características de lo que parece inicialmente. Si te paras a pensar un poco, es alguien marginado, es alguien que en la comisaría nadie se fía de él precisamente porque es gitano, pero es que en su comunidad tampoco porque es policía, y eso hace que no se adapte a ningún lado, que esté constantemente buscando su lugar en el mundo. Es alguien mal hablado, irreverente, y eso nos hace gracia, y para mí es una característica que consigue rebajar un poco la tensión de este tipo de novelas con tanta sangre y con tanto asesinato, pero bueno, es un personaje especial desde luego.

P.-¿Es un escritor que se pone a escribir cuando tiene el desarrollo absoluto de la novela en la mente?

R.-Totalmente. Yo antes de sentarme a escribir una sola línea ya sé de que va a ir la novela y los giros que va a tener. Después una vez que te pones a escribir, durante el desarrollo de la escritura surgen cosas nuevas, hay cosas que pensabas que iban a funcionar y no funcionan, y otras que al contrario, que en menos trámites adquieren mucha presencia.

P.-Me podría indicar cuales son las claves para que gusten tanto las novelas de asesinatos y crímenes.

R.-Yo creo que es lo prohibido, lo alejado de nuestras vidas más ordenadas. Te encuentras personajes que están totalmente al margen de la ley y nos llama muchísimo la atención, nos resulta muy curioso esas formas de vida tan diferentes de las nuestras. Pero es que después, en cuanto a la novela en sí, para mí tiene una característica que engloba a muchos géneros diferentes, que es el gran atractivo. Si tú lees una novela romántica, pues puedes sentir cosas a través de la vida de otros, pero no dejas de ser un mero espectador. En un thriller te involucras personalmente en la historia porque acompañas a los investigadores, tienes tus propias teorías o descubres las cosas a la vez que los detectives, y eso hace que participes de la novela y que no seas simplemente un lector que está al margen.

P.-Luego hay otra cosa que llama poderosamente la atención de esta novela y es el lenguaje fácil y cercano.

R.-A mí me gusta la naturalidad, me gusta que los diálogos suenen bien en voz alta. Para mí los diálogos son un elemento de la novela importantísimo, porque con un simple diálogo, con una simple frase, revelas muchas características de un personaje que de otra manera necesitarías una página para describir cómo es.

P.-¿Jugó al baloncesto a nivel profesional?

R.-Había un equipo en Las Rozas, que es el pueblo donde yo vivo y he vivido toda mi vida, y hubo unos años que estaban en Segunda División Nacional, y yo estuve durante bastantes años ahí, pero nunca llegué a la Liga ACB.

P.-Se aprecia que disfruta escribiendo, y eso se nota cuando habla de la literatura.

R.-Para mí el éxito es poder dedicarte a lo que te gusta, poder vivir de ello. Y yo sigo feliz con ello. Eso no significa que escribir novelas sea sencillo. Tiene momentos complicados, momentos cuesta arriba, hay veces que las cosas no salen como tú quieres. Es un trabajo solitario, y eso complica mucho las cosas, porque tienes mucha inseguridad, cuando estás solo, pues de repente te planteas si lo que estás escribiendo le va a interesar a alguien.

P.-El escritor tiene una labor de escribir en soledad. ¿Qué importancia le da a los encuentros con lectores?

R.-Me encantan. Me paso muchos meses solo y cuando llegas a la gente, te muestras como eres. Y me encanta ese trato y que vengan y me digan que les ha gustado o no les ha gustado. A mí las críticas me ayudan mucho. Claro está que siempre que sean críticas constructivas, que te aportan.