El traspiés de un camarero gana el Primer Concurso de Estatuas Humanas

Distintas procedencias, diferentes conceptos y un denominador común, el estatismo. El Parque Municipal de El Ejido acogió el Primer Concurso Internacional de Estatuas Humanas con dos claros ganadores del total de 13 participantes y una pareja de personajes.

Un camarero que parecía que se resbalaba con una bandeja ha coronado con dos premios este primer concurso internacional.

Plan A Producciones S.L. ha sido la empresa organizadora del concurso y ha contado con la colaboración del Ayuntamiento de El Ejido y más de 25 empresas. Al final, han participado un total de 13 personajes.

Alejo Merlini, de Argentina, el camarero triunfador consiguió el Premio del Público y el Mejor Movimiento. El Mejor Estatismo y el segundo Premio del Público fue para Stefan Maftei, de Rumanía, que encarnaba a Cristo.

El Mejor Vestuario y Maquillaje se fue para un concursante de Chile, Moisés Molina, con su personaje Tiempos Modernos. El Premio Accésit del Jurado fue para el griego Konstantinos Spiriadis con su personaje Atlante.

Es el primer certamen de estatuas humanas que se realiza en Andalucía, y supone una de las novedades de este año en la Feria de San Isidro. Provienen de países como Grecia, Rumania, Polonia, Argentina, Chile, Inglaterra, Bolivia y España.

Los participantes contaron por parte de la organización con dos noches de alojamiento, dos almuerzos y dos cenas, así como ayuda para el desplazamiento.

El estilo de caracterización es con pintura total del personaje y sin pintar. Además, realizaron, la mayoría de ellos, breves movimientos cuando el público obsequia con una moneda. Todos competieron por uno de los 5 premios que se otorgaron: Mejor Vestuario (150 euros y trofeo), Mejor Estatismo (150 euros y trofeo), Mejor Movimiento (150 euros y trofeo), Accésit del Jurado (100 euros y trofeo), y Premio Especial del Público (500 euros y trofeo).

Cada estatua participante contó con su propia tarima para favorecer la visión de los asistentes y fueron muchas las personas que inundaron el Parque Municipal para disfrutar de esta actividad, que ha entrado dentro del programa de fiestas de San Isidro, pero que cuenta con entidad propia. El movimiento y el estatismo, dos aspectos tan contrapuestos, a concurso.