¿quién es feo?, ¿qué es ser feo? Quién determina los parámetros de la belleza para decir que alguien es feo o guapo; más allá de cierta convención planetaria apoyada sobre ciertos cánones culturales. Lo cierto es que en el mundo del fútbol, del que hemos de decir que se juega con los pies y no con la cara, los feos han ganado por sobrada mayoría a los guapos, entendiendo por guapos a aquellos jugadores que de tan lindos los quiero hasta para mí. Pero no todos son David Beckham o Paolo Maldini, más bien todo lo contrario. Hablo de guapos, no de jugadores tuneados que han terminado dándose tantos retoques que no sabemos si pasan la ITV. Otra cosa es el cuerpo trabajado, que en un futbolista y en la vida en general, ayuda bastante. Uno puede ser poco agraciado, pero si le mete mucho gimnasio a la carcasa, la cosa se puede emparejar. El mundo es así, por lo que la calificación vale tanto para hombres como para mujeres. Si uno se cuida en el físico, se alimenta sano y va al dentista de vez en cuando, tiene mucho camino recorrido. En el caso de los futbolistas se da por descontado el tono físico, por lo que hay que trabajar aquello que afea el chasis. A Cristiano Ronaldo había que verlo con rulos y un diente para cada lado. Un deportista que podría prestarse para hacer esas publicidades que muestran un antes y un después. El ex del Atlético, el mexicano Héctor Herrera, se operó las orejas porque parecía el frontal de un camión con las puertas abiertas. Y yo los entiendo porque en menos de nada iré a Turquía a ponerme pelo, ya que se empezaron a volarme las chapas. Hay otros que no tienen arreglo. El Fideo Di María, elegido el jugador más feo de la Premier League en una votación de 250 mujeres, se ganó el premio a pulso. Dios le puso todo en las piernas, pero descuidó un poco las facciones del rosarino. El Apache Tévez no ha sido famoso por lo bonico. Tampoco Frank Ribéry, del que hay que decir que fue víctima de un accidente con sólo dos años. A Vinicius no está para encontrártelo en el pasillo cuando te levantas a beber agua. Pero ahí están, con novia, casados y con hijos. ¿Por qué feos?

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