Visto y Oído
Magno
La Escuadra de Mago
Que me perdone el jefe de esta sección por usar la primera persona, pero quiero salir del armario para intentar una vida mejor para compañeros y desconocidos que sufren el mismo problema que yo. Soy paciente de TOC, siglas de trastorno obsesivo-compulsivo. Sin tecnicismos científicos, consiste, más o menos, en que impulsos, ideas, imágenes, recuerdos, entre otros intrusos, se meten en la cabeza de manera repetitiva y errónea, siendo las compulsiones (físicas o mentales) la solución para bajar esa ansiedad, alimentando las últimas aún más el problema. Limita el día a día, imposibilitando realizar actividades cotidianas, incluso llegando dejar al paciente en la cama. Yo he llegado a estar hora y media en la ducha o a romper cinco veces el móvil en otros tantos meses por echarle demasiado líquido limpiacristales. Después de un trabajo previo, llevo un mes en Monachil, donde está la Asociación TOC Granada, referencia mundial, trabajando en terapias individuales y talleres grupales. ¿Qué pinta esto aquí? Aunque limite a la hora de realizar deporte de equipo para evitar el contacto físico o saludar al entrenador rival, el fútbol es el mejor ansiolítico, con esos niños vestidos de ángeles, ya sea con la camiseta del Poli o del Monachil. Como expliqué a un programa de Canal Sur, la irracionalidad del TOC hace que en el momento en el que estoy con los pequeños, no exista otra cosa. Puede estar el niño lleno de sangre, que da igual, lo importante es curarle y seguir jugando. O ese "eh, hoy ha venido Nico, ¿nos calientas a los porteros?'' Es espectacular. Segundo, el objeto de estas líneas es normalizar un trastorno que sufre algo más del 1% de la población, viéndose que no somos 'locos'. Por último, hay poca investigación sobre un problema que afecta a tantas personas, por lo que la asociación busca ese embajador que visualice el TOC para normalizarlo y ayudar a todos aquellos que lo sufren.
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