Un año de retraso

01 de agosto 2025 - 03:09

Cuánta razón tenía Pepe Mel, y eso que estuvo pocas semanas en el vestuario del equipo rojiblanco. Está claro que de fútbol sabe un rato y pronto se dio cuenta de lo mal que estaba la caseta indálica, hasta el punto de decir en más de una ocasión que ese vestuario necesitaba aire fresco, abrir de par en par las ventanas y renovarlo.

Pero no le hicieron mucho caso, o no quisieron tomar en cuenta sus palabras, cuando se estaba a tiempo. Una temporada después, el club ha hecho o está haciendo lo que ya aconsejó Pepe Mel, y que no era otra cosa que acometer un cambio de cromos. Se puede decir que el club ha perdido una temporada confiando en una plantilla hecha a base de talonario, la más cara de la historia, con miras puestas en Europa y que acabó no solo haciendo el ridículo, sino bajando de categoría y con esos mismos muchachos, más Melamed, confiaban en poder recuperar la plaza de Primera División. Siempre me pregunté si a Rubi le habían enseñado los vídeos de los partidos que esa plantilla disputó en Primera, porque que apostara ciegamente por ellos sonaba raro a la vez que sorprendente, cuando a gritos se pedía desde la grada un borrón y cuenta nueva.

Pero no se hizo y al cabo de unos meses se han dado cuenta en el club que era lo mejor, pero demasiado tarde, ya que Pepe Mel lo advirtió al final de su etapa como entrenador del Almería. No era normal que cinco entrenadores fueran tan malos. El problema, como se ha demostrado, estaba en la plantilla, en su confección y ahora, como se está viendo, no les ha quedado otro remedio que hacer limpieza a fondo para relanzar a un equipo que pedía con urgencia esa reseteo. Si a Pepe Mel le hubieran hecho caso en su momento quién sabe donde estaría jugando esta temporada el equipo. No sabemos lo que va a dar de sí esta plantilla esta temporada, pero todos esperamos con ilusión ese cambio que tanto se ha pedido, porque el nivel de la plantilla de la temporada pasada era el que era, y no daba para más. Lo demás era un cuento chino. Lo raro es que Rubi confiara ciegamente en ella.

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