Anadie se le ocurriría pensar que en la escalera de acceso a alguna dependencia pública del Ayuntamiento de Almería hubiera un agujero en el que cupiera el pie y que significara un evidente peligro para la integridad física de cualquier persona. De existir, se arreglaría seguramente en el acto. Tampoco se imagina uno entrando en, yo que sé, una biblioteca municipal, o una oficina de recaudación, y que se encontrara las puertas del aseo arrancadas o el wc sostenido precariamente por una tabla. Los futbolistas, y otros deportistas como los practicantes de pádel, que han hecho uso en los últimos tiempos de las instalaciones deportivas municipales en La Cañada, sin embargo, se han podido dejar la tibia en una canaleta de desagüe sin protección, o se han encontrado con unos baños más parecidos a un recinto abandonado que a un lugar vivo, en servicio y digno. La titularidad de las instalaciones en los ejemplos reseñados, y por tanto la responsabilidad sobre su gestión y mantenimiento, es exactamente de la misma institución, por lo que se entiende menos que haya lugares municipales de primera y de segunda (o tercera). Y, ojo, no estoy hablando de que tal edificio esté apuntalado después de un grave terremoto, o que le hayan salido unas grietas que cuesta medio millon reparar. Todo eso entraría en las denominadas causas de fuerza mayor que todos pueden, podemos, sufrir alguna vez. Para nada. Estoy hablando de unas puertas descolgadas, unos marcos desconchados, un water que hay que sellar y una rejilla para una canaleta que se debe poner. Y alguna cosa más, claro, pero, vaya... suministros y arreglos lógicos y normales de cualquier mínimo mantenimiento. Así que la falta de fondos, mire usted, nunca puede ser un argumento. Y si es cierta, entonces que los detraigan de la partida de Autobombo. Lo que da la sensación que falta es gestión o voluntad. La desidia es la única explicación posible para tal desatino, que llevó a la RFAF a cortar por lo sano este pasado fin de semana, negando la disputa de partidos en tanto la cosa no se solucionara. Qué torpes.