Expediente Thalys

No quiero sonar agorero, más con un Almería que está cerca de encontrar su mejor versión y que suma puntos incluso cuando se tuerce un poco el guion de partido, como en la última media hora en Córdoba. Tampoco tengo esa pretensión cuando a la UDA se le caen los goles de los bolsillos. Pero considero que siempre se puede dar un pasito más. Y es lo que creo que debe hacer Rubi con un Thalys a quien está sobreprotegiendo. Sin ir más lejos, ahí están sus primeras declaraciones sobre el exjugador de Palmeiras tras oficializarse su contratación. Con él se abren varias aristas cuando se coge su expediente: fichaje más caro del verano, primera experiencia en el viejo continente y reemplazo natural en la punta de lanza de Luis Javier. Tarea más que complicada, sobre todo para un Rubi que ve cómo su equipo comienza a funcionar en lo colectivo después de un arranque con más dudas que certezas. Tras diez jornadas, el chico, siempre desde el banquillo, apenas alcanza los 90 minutos. Si la historia continúa así, difícilmente podremos apreciar sus cualidades y su acople. Obvio que hay que hacer méritos para entrar en el once, pero con un caso tan especial como el de Thalys hay que hacer una excepción. Se trata, ni más ni menos, que del fichaje estrella de la propiedad. ¿Y si el brasileño es el futbolista que te permite pasar de ser el segundo equipo más goleador al líder de esta estadística? ¿Y si estamos ante otro acierto de la dirección deportiva en la delantera? Son preguntas que nos debemos hacer, pero que no tienen una respuesta.