Campeonas
Luis Matías López Escánez, el pintor que dejó de brillar
Luis Matías López Escánez fue un pintor que amó siempre lo que hacía. Hace unas semanas nos dejó para siempre, es decir, dejó de brillar. Son tantos los recuerdos que tengo de Luis, sus llamadas cuando menos lo esperaba para contarme una nueva exposición o algún proyecto en marcha.
Por eso me llegó la noticia de su muerte y lo sentí. No puedo dejar de pensar en el reportaje que le hice cuando se instaló en la estación de tren de Benahadux, una etapa muy meritoria donde lo sentí y lo vi feliz. Sus exposiciones en Almería cuando había salas para ello, y por supuesto aquello muestra tan bonita que hizo en el Faro de Roquetas de Mar.
Era artista ante todo y luego tenía una forma de mostrar y vender lo que hacía que era única. Por eso, desde este rincón quiero recordar al artista, pero ante todo a la persona. Y desde donde esté, que sepa siempre que hay gente todavía aquí que lo recuerda con cariño.
Hoy domingo es un día especial para mí. En Berja se celebra el Festival de Música Tradicional de la Alpujarra. Pero además este año la comisión organizadora ha decidido que este festival esté dedicado a mi persona. Al principio no lo llegaba a entender, pero luego con criterios me dejaron claro que lo merecía por una cuestión de entrega y dedicación a mi trabajo y en este caso por haber asistido al Festival en los últimos 30 años en mi labor de informador. Solo tengo palabras de mucho agradecimiento.
En época de veraneo lo que más destaca es la música, porque las otras artes están casi paradas. Ahora estamos en época de Festivales. Ya hay festivales de casi todo, y también hay público que asiste a ellos. De todas maneras, el mundo de la cultura en general no atraviesa su mejor momento. Menos mal que siempre nos quedará Fondón. Esta semana estuve en su Festival de Flamenco y fue de los mejores de los últimos años. Escuchar a Aurora Vargas, son palabras mayores. Ver como deja la silla y encima se pone a bailar es algo que llega al corazón. De Mercé y Tomatito sobran las palabras. Cuando dos talentos se unen lo único que puede salir es una genialidad. Me gustó mucho Judit Alférez, que siendo tan joven hace unos cantes que llegan al fondo. Y José del Tomate, nuestro José, aparte de simpático es un monstruo.
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