
Joaquín Aurioles
Las instituciones informales
Yy sí, tendremos que irnos acostumbrando a este nuevo fútbol casi salido de la inteligencia artificial que en menos de nada nos va a dejar sin cosas que hacer. Ya los árbitros no arbitran y el criterio al que atender es al de la tecnología, que, como Dios, es una cuestión de fe. Algunos creen y otros no, depende a quien beneficie y perjudique. Donde muchos ven complot, yo veo que si los jugadores se dedicaran a hacer lo suyo, que es jugar, y nada más, nadie tendría la tentación de expulsarlos del campo de juego. Es lo que tenemos y los matices poco importan en un mundo donde la verdad está devaluada y la opinión vale más que eso. Este sábado, tal vez por un error en la traducción, a Bellingham lo mandaron a las duchas y el equipo quedó con 10 jugadores. El inglés ya se había escapado la fecha anterior contra el Atlético de Madrid, cuando insultó al juez de línea y se escuchó a través de los micrófonos de ambiente que las televisiones tienen en el campo. Lo mandó a pasear sin errores de traducción y lo hace en casi todos los partidos. Ya le habían tomado la matrícula y contra Osasuna vio la roja directa. Haya dicho lo que haya dicho, tendrá que hacérselo mirar o comenzar a hablar en español para que las dudas sean menos. Un rato después, el segundo clasificado, el Atlético de Madrid, sufría la expulsión de Barrios por una entrada temeraria, parecida a la que había hecho 10 días antes en Champions League y por la que dejó a su equipo con 10 jugadores a los 5 minutos de iniciado el juego. Peor lo de Fermín del Barcelona que a los 20 minutos de haber entrado a la cancha contra el Sevilla marcó un gol y después se marchó a las duchas por exceso de pasión, con los tacos a la altura de la rodilla del rival. Lo paradójico de la historia es que Flick dejó a Gavi en el vestuario porque tenía amarilla y temía que lo expulsaran. Los tres de arriba en sus últimos encuentros acabaron con uno menos y en vez de ver confabulaciones, habría que mirar hacia adentro y corregir lo que sí está en las manos del entrenador. Más de lo mismo con los pisotones en el área contraria. Si estás viendo que pisar al contrario es falta y en cámara lenta parece un asesinato, pues no lo hagas. Este es el nuevo fútbol. Es lo que hay.
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