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No es ningún secreto que el fútbol en la actualidad se ha convertido en un producto cada vez más caro ya sea para ver en televisión o para comprar una entrada para acudir a un partido al propio estadio. Es algo que viene desde hace mucho tiempo y que sigue estando de actualidad. Este pasado sábado, el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, cargaba ante el alto precio para ver el fútbol a través de la televisión en España durante la Asamblea General del club merengue. “No tiene sentido cobrar más de cien euros por ver fútbol por la televisión, un 10% del salario mínimo interprofesional”, llegó a señalar el máximo mandatario madridista. Unas declaraciones en las que no le falta razón, pero totalmente incoherentes cuando su propio club pone unos altos precios a las entradas de los partidos de su equipo en el Santiago Bernabéu. Sin ir más lejos, la entrada más barata para el encuentro que este pasado fin de semana enfrentó al Real Madrid con el Valencia tenía un precio de setenta euros. Tan solo treinta menos de los cien que tanto clamaba por verlo por televisión, cuando en este último caso hablamos de todos los encuentros de la competición que se disputen durante el mes, no de un único partido. Todo ello por no mencionar que su club es uno de los pocos de los que militan en la máxima categoría que no se unió al acuerdo para poner las entradas para la afición visitante a treinta euros. Todo ello mientras se postulaba como ultradefensor de los aficionados al deporte rey en nuestro país. Aunque claro está que de estos dos asuntos no le interesaba hacer la más mínima mención. Este periodista es consciente de que el fútbol actual es puro negocio desde hace mucho tiempo, y que Florentino Pérez no es el único culpable de lo que cada vez más caro que se ha convertido el ver el fútbol en nuestro país. Sin embargo, sus declaraciones son una tremenda hipocresía y que vuelven a evidenciar que al presidente de uno de los principales clubes españoles no le importan lo más mínimo los aficionados, sino seguir una vez más con su particular guerra con LaLiga y su presidente Javier Tebas. Pura hipocresía.
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