SON PALOMAS PENSAJERAS
Punto final a una etapa
Punto final. El Almería de Rubi se despidió de la temporada en el Tartiere con un digno adiós, pero con un balance claramente insuficiente para el potencial de la plantilla, el cuerpo técnico y la entidad. Un nuevo paso atrás en el proyecto de Turki Al-Sheikh, que ni siquiera abandonó el barco al finalizar el curso, sino que se fue tan pronto como llegó una aceptable oferta para sus intereses. Lo más interesante del pasado miércoles, más allá de lo que ocurrió en el campo, fue la respuesta de la afición. En las calles de la capital asturiana, se volvió a escuchar el aliento de 200 seguidores que se recorrieron todo el país para ver a su equipo. Dentro del estadio, nueva demostración de poder de una hinchada que volvió a sufrir un revés, pero que se dejó la garganta durante los 90 minutos. La plantilla tiró de orgullo, aunque no están a la altura de la grada. En los últimos dos años, los objetivos no se han cumplido. Es una obviedad. Por lo tanto, el partido ante el Real Oviedo tiene que ser el último del Almería de los 52 millones de euros. Es una etapa finalizada. Las ventas de Suárez, Pubill, Robertone, Maximiano o Lopy, el adiós de Fernando, Chumi o Radovanovic y la salida de otros futbolistas de la clase media impulsan una renovación necesaria y lógica. Los protagonistas del peor Almería de la historia en Primera y que se tuvieron que conformar con un sexto puesto en la categoría de plata. Insuficiente. El verano de 2025 tendrá que ser el del cambio. El de la vuelta. Porque no lo duden. Estaremos peleando muy pronto.
También te puede interesar
El parqué
Adiós a las subidas al cierre
LA Correspondencia
Lo de Salva Sevilla

Paco Gregorio
La camiseta de Portillo
Lo último