Racha a racha

Durante el mejor tramo de la temporada, cuando la derrota era algo tan alejado de la realidad del equipo que resultaba hasta un concepto extraño a la hora de hablar del Almería, la pregunta que siempre rondaba por mi cabeza era qué iba a pasar cuando esa llegase. El resultado han sido ocho semanas sin saborear el adictivo dulzor del triunfo. En esta racha negativa, la cuestión que nunca se borró de mi mente fue qué ocurría entonces cuando la UDA volviese a ganar. Pues bien, ya estamos en ese escenario. Bienvenidos al mundo de las dinámicas radicales, en las que todavía queda por dilucidar si los de Rubi son los ‘de las catorce’ o los ‘de las ocho’. En esta disyuntiva se peleará el conjunto almeriense en su visita a Burgos. El lejano norte está siendo el mayor debe de los rojiblancos hasta ahora, con recuerdos negativos hasta la fecha cada vez que juegan más allá de la mitad peninsular, exceptuando Ferrol. Para el ascenso, Rubi tendrá que sacarse de la manga nuevamente la ‘pócima de la recuperación’ que tan buen efecto ha tenido con Baba, Guedes, Édgar o Pozo. Si el Almería quiere subir a Primera División, el técnico debe conseguir que dos perfiles como Melamed y Robertone recuperen su mejor nivel en este último tramo de la temporada. Si lo consigue, junto con la voracidad goleadora de Luis Suárez y la mejora defensiva que se está viendo en las últimas jornadas, sobre el papel tendrá las mejores cartas para afrontar los duelos decisivos. Además, el Almería tiene que olvidarse de su pasado más reciente y ganar los partidos ‘trampas’. Los cuatro últimos clasificados tienen que visitar los Juegos Mediterráneos. O lo que es lo mismo, doce puntos ‘de bonus’ que puede abrir el camino a los puestos de ascenso directo. El mejor atajo siempre es el triunfo. Una vez se ha conseguido, solo queda lo más difícil: mantenerse en la pomada para lograr el golpe final.