Recibimiento “increíble”

Me sorprendió Sergio Arribas esta semana en los medios del club. Así tengo que decirlo porque muchos aficionados también se sorprendieron y me lo han hecho saber. Me refiero al tema del recibimiento del equipo el otro día a su llegada al Estadio. Dijo Arribas que fue “increíble”. Pues no sé con qué lo compara para tildarlo de ese modo. Tal vez porque haya visto unos cuantos y se haya sorprendido de cómo se ha hecho en Almería. Un recibimiento organizado por las peñas con muchos días de antelación y que dejó a la gente “helada”, sobre todo a la chavalería, que casi dos horas antes de que empezara el partido ya se había dado cita en los aledaños del Estadio. Y es que aquí pasa algo que en otras ciudades no ocurre, como lo de no introducir paraguas con pincho en la grada cuando llueve y vemos por la tele, en otros campos de este país de la liga profesional, como sí lo hacen. Digo yo que la norma es para todos, pero aquí no. Los aficionados que esperaban impacientemente la llegada del autobús de la expedición rojiblanca se quedaron con la boca abierta porque entró al Estadio como si le fuesen a quitar el sitio del aparcamiento, con una velocidad endiablada, hasta el autobús del Racing llegó a cámara lenta, y eso que la cosa no iba con ellos. ¿Por qué aceleró su marcha el autobús? ¿de quién recibieron instrucciones para hacerlo? Y más de un aficionado nos lo preguntaba: ¿por qué en en los viajes recientes a Málaga o en Granada hubo quien hasta llegó a tocar el autobús y pasó lentamente junto a la afición, como hemos visto llegar a Real Madrid, Barcelona o Atlético a sus estadios, y aquí no? La afición, o parte de ella, organiza un recibimiento masivoy el bus del equipo en vez de unirse “a la fiesta”, acelera la marcha. Tal vez por ello Arribas dijo aquello de “recibimiento increíble”. Pues sí, Sergio. Increíble. Luego escucharemos voces autorizadas desde el vestuario pidiendo cariño y apoyo. En fin.