Reconocimiento de los toros

Los equipos veterinarios se refieren a la comprobación de las condiciones sanitarias de las reses y la relacionada con su aptitud para la lidia desde el punto de vista zootécnico en función del encaste y la categoría de la plaza. Esto se realiza, primero con 24 horas de antelación y segundo, la misma mañana del festejo, antes de sorteo, quedando de esta forma aprobados los que finalmente se lidiarán en el festejo. Si a la realización del mismo, y fuera necesario, los veterinarios también tomarían las muestras necesarias, tanto biológicas como de cuernos, para garantizar su integridad.

Los toros bajan del camión de uno en uno, llegan a un corral en el cual permanecen unos minutos y los veterinarios los observan y valoran. Cuando termina, pasan a una corraleta común donde finalmente permanecerán todas las reses hasta el sorteo del día del festejo. El equipo veterinario observa que el animal tenga el peso y proporciones correspondientes a su encaste. Si tiene alguna cojera. No olvidan que el toro está recién bajado del camión, por lo que puede estar entumecido, por eso se tendrá especial atención en ese toro en el reconocimiento del día después, previo al festejo, para comprobar si sigue igual. Los cuernos, que sean de proporciones adecuadas, que no estén astillados o comprobar que los cuernos no han sido afeitados, ya que el cuerno del animal no se puede tocar. Si se sospecha que el toro tiene los cuernos afeitados se le comunica al ganadero y éste, bajo su responsabilidad, decide si el toro entra en chiqueros o no. Si lo hace y una vez muerto al toro se le hace un estudio del cuerno y realmente sale que ha sido afeitado, recaerá sobre el ganadero una sanción económica. Es muy complicado acertar plenamente en el reconocimiento del toro útil para la lidia.